El poema describe la soledad del hablante como algo "concurrida" y llena del recuerdo de personas ausentes ("rostros de vos"). A pesar de que puede organizar sus recuerdos de manera ordenada, se siente solo con las "ausencias" que ya no brindan consuelo. Los recuerdos llegan como sueños pero con nuevos rencores. El hablante intenta estar solo con el recuerdo amado pero este ya no lo ama como antes y termina yéndose, dejándolo en una profunda soledad.