El documento describe una opulenta mansión y pide al lector que adivine a quién pertenece. A través de varias pistas y preguntas, se revela que la mansión pertenece a Edir Macedo, el fundador de la Iglesia Universal del Reino de Dios en Brasil, una de las iglesias más grandes y ricas del país. El documento critica a Macedo por acumular gran riqueza a través de las donaciones de sus feligreses pobres.