El documento narra la historia de un hombre que visita a su amigo japonés en la UCI tras un accidente. Al despertar, el amigo pronuncia sus últimas palabras en japonés que el hombre no entiende. En el funeral, repite las palabras a la madre y viuda, quienes reaccionan mal, revelando que significaban "No pises la manguera de oxígeno, hijo de puta". Esto demuestra la importancia de saber idiomas para evitar malentendidos.