El burro de un campesino cayó en un pozo seco. Aunque el campesino trató de sacarlo sin éxito, decidió enterrarlo. Mientras los vecinos echaban tierra, el burro se sacudía la tierra de encima y daba pasos hacia arriba, hasta que logró salir del pozo por su propia cuenta. La moraleja es que aunque la vida arroje problemas, se puede superarlos sacudiéndose la negatividad y dando pasos progresivos hacia adelante.