El documento resume la historia de Rafael Villoslada y su sueño de fundar escuelas profesionales católicas en Andalucía para educar a niños, jóvenes y adultos como cristianos. A pesar de una España dividida por la guerra, puso manos a la obra con un pequeño grupo de hombres y mujeres y sus escuelas se expandieron por varias ciudades en las décadas de 1940 y 1950, cumpliendo su sueño de ofrecer educación y trabajo desde una perspectiva cristiana.