2. Diseño
• Samsung Galaxy Alpha sirvió para que Samsung se
quitara la espinita del diseño y la elección de
materiales en sus terminales. Esto se hereda en el
Galaxy A donde los coreanos nos traen un móvil
con cuerpo metálico y acabado idéntico en la parte
trasera. Esto ha implicado algunos sacrificios, como
veremos, además de tener que olvidar la extracción
de la batería.
3. Rendimiento y autonomía
• Samsung decidió ponerle el chip de gama media
por excelencia de Qualcomm, el Snapdragon 410, al
Galaxy A5. Con esta nueva generación y el paso a
64 bits, era de esperar que Qualcomm diera un
salto adelante importante pero, de momento, lo que
ofrece es bastante descafeinado y no es una mejora
importante respecto a lo que ya vimos en la
generación anterior.
4. Touchwiz
• TouchWiz siempre ha sido uno de los puntos más
críticos de los terminales de Samsung. En este caso
nos encontramos con una versión algo más
rebajada en especificaciones y algo más ligera en la
práctica. Más fluidez en las animaciones y menos
lag en determinadas transiciones hacen que la
experiencia de uso sea menos frustrante.
5. Camara
• Junto a la pantalla, el gran protagonista del
Samsung Galaxy A5 es su cámara. La principal
cuenta con un sensor de 13 megapíxeles que ofrece
buena calidad y se distancia un poco respecto a las
fotos que hacíamos con otros terminales de
Samsung. Los colores son más naturales, menos
vibrantes y en la nitidez no está todo tan afilado.