La colina del Vaticano en Roma albergaba en el siglo I un circo y una necrópolis adyacente. Excavaciones posteriores en la zona revelaron tres niveles de construcción antiguos debajo de la actual Basílica de San Pedro, incluyendo muros y hornacinas datadas entre los siglos II y III. En 1953, investigaciones identificaron grafitis que mencionaban a San Pedro y la frase "Pedro está aquí", lo que sugiere que fue enterrado en esa área.