2. Las gracias por ser esposa y madre ejemplar, gracias por
hacernos tan fácil el vivir, porque solo tú con bastante
dedicación y ternura te has hecho dueña de los días y las
noches rompiendo las fronteras del sueño y de la vigilia en el
afán del cuidado de nuestra princesa.
Gracias por todas nuestras madrugadas compartidas, yo en
el apuro por llegar temprano al trabajo y tú en el apuro de no
faltarme el desayuno.
Gracias por aquellos días en que llego cansado a casa, sin
voluntad de cenar y pones tu mirada de enfado para
finalmente terminar en la mesa.
Tu hija y sobre todo yo te estamos muy agradecidos porque
siendo Tú una mujer muy inteligente y capaz de conseguir
todas tu metas, has sacrificado tus propios sueños por