Rafael Jesús González Ordóñez, un venezolano secuestrado, se negó a permitir que su familia pagara el rescate solicitado. Su valiente acción podría ayudar a acabar con la industria del secuestro si más personas siguieran su ejemplo de coraje y dignidad. En una foto enviada a su familia, se ve en su rostro la resignación y cansancio, pero también la satisfacción de haber cumplido con su deber.