Las obras de Shakespeare han sido representadas de muchas formas a lo largo de los siglos, incluidas ilustraciones, pinturas, fotografías y películas. Estas representaciones visuales a menudo capturan escenas e imágenes memorables de las obras de una manera que complementa la experiencia de leer el texto. Las ilustraciones y otras representaciones visuales han ayudado a mantener vivo el legado de Shakespeare y a introducir sus obras a nuevas audiencias.