Arthur Conan Doyle creó al famoso detective Sherlock Holmes en 1887 en su primera novela Un estudio en escarlata. Sherlock vive con su amigo el Dr. Watson en el 221B de la calle Baker en Londres, donde resuelven complicados casos usando la observación y el razonamiento deductivo. A pesar de que Doyle mató al personaje en 1893, recibió tantas protestas de los lectores que tuvo que resucitar a Sherlock en 1903.