El documento describe la tradición del "tió" en Cataluña y Aragón. El "tió" es un tronco que se alimenta y se cubre con una manta hasta Nochebuena, cuando los niños lo golpean con palos y él "caga" regalos. Originalmente era un tronco quemado en el fuego que ofrecía calor, luz y golosinas, aunque ahora es una figura de madera con barretina.