El poema celebra el amor y los sacrificios de las madres. Describe cómo las madres velan por sus hijos día y noche, cuidando de su salud y enseñándoles oraciones y cómo vivir. Agradece a Dios por el regalo de tener una madre, y exhorta a honrar la memoria de las madres que ya no están a través de oraciones y ofrendas en sus tumbas.