El agua Laoshan comenzó a comercializarse en 1930 gracias a especialistas chinos y franceses. Su pureza y bajo contenido mineral le dan un sabor exquisito y ha recibido galardones internacionales, estando disponible en los mejores restaurantes del mundo. Se extrae de la cordillera del Tibet y se le atribuyen propiedades curativas. Representa a China en la distribución eficiente de sus productos en todo el mundo.