El documento describe un decreto de 2010 que busca erradicar los vehículos de tracción animal en Bogotá para el 2013 y reemplazarlos con vehículos motocarros livianos. El decreto se implementó debido al incumplimiento de normas, problemas de tránsito, maltrato animal y la mala percepción de los vehículos de tracción animal por los ciudadanos.