El documento describe cómo se utilizaron eco-ladrillos, botellas de plástico rellenas de basura más pequeña, para recaudar fondos y construir escuelas en Guatemala y El Salvador. Se recolectaron más de 6,200 botellas en 3 meses, lo que generó $5,000 por clase en promedio y eliminó 3 toneladas de basura. El proyecto proporcionó educación, beneficios ambientales y empoderó a las comunidades locales al construir 18 escuelas.