1. 6 CIUDADANOS Jueves 27.09.12
EL CORREO
DE CUANDO
EN CUANDO
OLMO
DICHOS
E
l diccionario tiene
para el vocablo ‘di-
cho’ acepciones dife-
rentes y curiosas. Por
ejemplo la de «ocurrencia chis-
tosa», la de «afirmación de
contraer matrimonio que los
novios hacen ante el juez» o
bien «expresión insultante o
desvergonzada». Lo que voy a
Milongas
comentar hoy se acerca más
(aunque no del todo) a la pri-
mera acepción. Los datos que
he sacado del magnífico libro
bilbaínas
del académico navarro José
María de Iribarren, que recogió
en un libro todos los dichos,
modismos y frases proverbia-
les que utiliza el pueblo espa-
ñol en sus conversaciones.
Los amantes del tango destacan la intimidad y el sentimiento que se forma entre la pareja en el momento del abrazo. :: FOTOS: MITXEL ATRIO El libro me ofreció la desilu-
sión de tres nombres muy po-
pulares, a saber: Paco, Jorge y
Como si de Buenos ecléctica sonoramente hablando. en las milongas que organizan las de 41 años, le pareció una buena idea Benito. Que levante el dedo el
Aires se tratara, una «El tango es un mundo subterráneo asociaciones Garúa y Un toque de
que la gente de aquí desconoce», se- tango y la orquesta El Cahivache,
esta iniciativa que le permite com-
binar las vacaciones con su ‘hobby’.
que no haya utilizado nunca
en sus conversaciones a Paco el
treintena de extranjeros ñalan Bakartxo Arabaolaza y Jose- bastiones de la música argentina en A este matemático le picó el gusa- de la rebajas, a Jorge el de la tri-
acuden a la capital ba Pagola, profesores de esta trein- la villa. Los 785 euros que cuesta la nillo porteño en 1993, cuando, «por pa que se estira y se encoge, y
tena de viajeros amantes de la mú- estancia, con pensión completa, in- casualidad», se apuntó a clases de al Benito de la
vizcaína para recibir sica y la cultura rioplatense. cluyen también excursiones para tango en la universidad. A pesar de purga que hizo
clases de tango La idea de combinar turismo y visitar los puntos más emblemáti- vivir en Munich, Ralph tiene un co- efecto en el cami-
tango surgió de Roswitha Leiherr y cos de Bilbao y alrededores. A Ralph, razón arrabalero. «Con escuchar no. Comencemos
:: AIDA M. PEREDA Hans Bangerter, un matri- unas notas de este idioma con el famoso
BILBAO. No han aterrizado en Bil- monio alemán afincado en universal, me siento como Paco que suele venir con la re-
bao por una confusión geográfica. Llanes, que, tras haber orga- en casa en cualquier lugar baja. El autor del libro dice sen-
Vienen desde Alemania, Suiza y Aus- nizado un festival de milon- del mundo», explica. cillamente que «no se sabe
tria, pero no a ver el Guggenheim y gas en esta localidad cánta- Klaus, de 46 años y resi- quién fue este tío Paco el de la
hacer la ruta de los pintxos, sino a bra durante cinco años, se dente en Baviera, ha veni- rebaja. El también famoso Jor-
aprender a bailar tango, como si los les ocurrió programar una do con su novia austriaca ge el de la tripa elástica, ni si-
apasionados pasos porteños tuvie- visita a Bilbao para gente pero domiciliada en Suiza. quiera aparece citado en el li-
sen algo que ver con los atléticos mo- que, como ellos, quiere co- La intimidad que se estable- bro, ni en la palabra Jorge ni en
vimientos del aurresku o la sobrie- nocer tangueros de otras par- ció durante los dos minutos la palabra tripa. En cambio, Be-
dad de las coreografías de otras dan- tes del mundo. Durante esta y medio que se movieron nito sí que aparece explicando
zas tradicionales vascas. Sin embar- semana se alojan en el hotel pegados al ritmo de una can- el sentido de la frase, pero sin
go, Bilbao también suena a bando- Abando, donde asisten a cla- ción fue el inicio de una de concretar quien fue el famoso
neón. Las canciones populares del ses de baile y realizan un par tantas parejas surgidas al Benito y su purga.
arrabal forman parte de la banda so- de exhibiciones abiertas al compás de sus letras de de- Y como compensación a es-
nora de la ciudad, cada vez más público. Además, participan Los pasos se improvisan. samor y tristeza. tos tres desconocidos de nues-
tro idioma popular voy a ha-
blarles de otro cuya historia
fue cierta aunque la gente lo
cita sin saber de dónde salió.
Me refiero a la famosa carabina
de Ambrosio, que alguno dijo
que no existía. En una revista
madrileña de 1900 titulada
‘Por esos mundos’ apareció
una versión del personaje.
Al parecer, Ambrosio fue un
labriego sevillano de princi-
pios del siglo XIX que en vista
de que la tierra no le daba be-
neficios, decidió coger su cara-
bina y dedicarse a salteador de
caminos. Pero el hombre eran
tan cándido que los viajeros le
tomaban a broma, por lo cual
Ambrosio volvió a su casa y
colgó su carabina de un clavo.
Y así se hicieron famosos Am-
brosio y su carabina.
Otro día les contaré que si
Jorge no se hizo popular por su
tripa si fue popular por su ore-
ja. Curioso, pero real.