La tecnología ha contribuido a mejorar la vida industrial al ahorrar tiempo y dinero a través de avances que han traído cambios en la producción de las empresas. Sin embargo, también hemos mal utilizado la tecnología y agotado los recursos naturales, poniendo en peligro nuestro planeta. Mientras que la tecnología no es intrínsecamente buena ni mala, debemos asegurarnos de que los avances sean sostenibles.