Este documento describe un pueblo indígena escondido llamado Taora, cuyo líder Taora era conocido como el padre de la bondad. Aunque algunos sentían envidia de su popularidad, la mayoría de los habitantes del pueblo procuraban seguir su ejemplo de bondad y felicidad. El pueblo era muy silencioso pero pacífico, y se consideraba lleno de admiración por su contenido y bondad.