El documento describe dos tipos de textura: la textura física o real que se puede percibir táctilmente, y la textura implícita o visual que parece tener un objeto aunque solo se vea. Las diferentes texturas se asocian a experiencias táctiles anteriores como lo suave, áspero o rugoso. Sin embargo, no siempre tienen características positivas o negativas, ya que también dependen del objeto al que acompañan.