Gastón y Martín deben cumplir una misión que les dejó su abuelo Juancho antes de morir: escalar el Cerro Tres Picos. Durante el viaje lleno de aventuras, se hicieron nuevos amigos y encontraron un tesoro familiar oculto. Al final, regresaron muy felices de haber recorrido el cerro que fue testigo de la historia de tres generaciones de hermanos.