Un loro llamado Pedrito le salvó la vida a una niña de 3 años llamada María. Mientras María jugaba en el fondo de su casa, cayó accidentalmente en un pozo. Pedrito, desesperado, repitió continuamente el nombre "María" para alertar al padre de la niña. Gracias a los gritos del loro, el padre pudo encontrar a María atrapada en el pozo y rescatarla a tiempo.