El poema es una oración a la Virgen de Fátima. Describe a los bueyes arrastrando la carreta de la Virgen entre palmas y cantos mientras la llevan al chaparral donde la gente se reúne para venerarla y pedirle promesas bajo su manto. El poeta le pide a la Virgen que le conceda vivir otro año y seguir recorriendo el camino junto a su carreta.