Este documento es un reflexión sobre el proceso de envejecimiento y los beneficios de hacerse viejo. La autora explica que aunque al principio se sintió ofendida cuando alguien le preguntó sobre ser vieja, ahora valora la libertad y la aceptación propia que vienen con la edad. Además, aprecia las lecciones aprendidas a través de los años de vida y las relaciones significativas que ha formado. En resumen, la autora concluye que disfruta ser vieja y la persona en la que se ha convertido.