Viajar de manera diferente implica explorar destinos menos conocidos, interactuar con la gente local y experimentar otras culturas desde una perspectiva más auténtica. En lugar de seguir las rutas turísticas tradicionales, se recomienda visitar lugares fuera de lo común, aprender sobre las costumbres de la gente y participar en actividades que permitan conocer mejor la identidad de cada región.