El documento habla sobre un titular de periódico de hace 22 años donde se anunciaba que el municipio de Pozo Alcón planeaba integrarse en la provincia de Granada. El artículo describe la aprobación de la moción por parte del ayuntamiento para cambiar de provincia debido a la falta de construcción de una carretera importante. También menciona las declaraciones del portavoz del Partido Popular a favor de la incorporación a Granada y la cobertura que el tema recibió en el periódico.

1. UNA MIRADA ATRÁS, 3
Pozo Alcón plantea integrarse en la provincia de Granada
Con este impactante titular en portada, abría el periódico JAEN la edición del día 24
de diciembre de 1991. Como puede comprobar, amigo lector, en el recorte que se
ofrece al margen, hace exactamente hoy
veintidós años. A dicho titular le sigue un
resumen del acuerdo del Pleno, aprobado por
mayoría absoluta de siete concejales. Hay
unas declaraciones de Antonio Jurado,
portavoz del Partido Popular, que fue quien
presentó la moción, en las que califica de
“intolerable” la actitud de las instituciones de
aplazar por enésima vez la construcción de la
carretera comarcal C-323 Villacarrillo-Huércal
Overa, la única que nos une con la provincia.
Manifiesta el portavoz que “sería enormemente
beneficiosa para toda la comarca, la
incorporación del municipio a la provincia de
Granada”.
De igual modo, en las páginas de interior, Pozo
Alcón acaparaba el protagonismo de la edición
ya que la sección dedicada a Provincia abría
también con aquella sorprendente declaración,
ofreciendo en primera página una amplia y
minuciosa reseña. En la página inferior que
hoy publicamos, el lector tiene a su disposición
la reproducción del original de aquella histórica
crónica.
Recuerdo que aquel pleno se desarrolló con
total normalidad, aunque en el ambiente
reinaba una frustración general por la negativa
de las instituciones para llevar a cabo las obras
de la carretera. También quiero resaltar que
aquella noticia llevaba ya en Redacción un par
de días y, cosas del destino, estuvo esperando
para ofrecérnosla, quizás, como desayuno del
día de Nochebuena. No cabe duda de que se le
estuvo dando vueltas, no era muy normal en aquél entonces amenazar con segregar
un territorio de otro. Así, el día antes de la publicación, a las once de la noche, a
punto de cerrar la edición el periódico, recibo una llamada del redactor jefe:
— Manolo ¿es cierto todo lo que dices en la noticia?
— Sí, claro cómo no.
— ¿Lo puedes demostrar? ¿Lo tienes suficientemente documentado?
— Lo tengo todo grabado. No hay ningún problema.
— Está bien. La noticia es una bomba. Mañana sale en la portada. Hay que estar
preparado porque tenemos a todos los medios de comunicación encima.
No pude pegar el ojo en toda la noche. No se me había presentado una situación
semejante en el poco tiempo que llevaba. Soñaba con mil formas diferentes de cómo
sería la portada