El documento describe un acto para el Día Nacional de la Seguridad Privada que fue decepcionante. El lugar era pequeño y muchos tuvieron que permanecer de pie. Además, eligió un ministerio que no estaba relacionado con el sector de la seguridad privada. Tanto los sindicatos como los trabajadores se sintieron como ciudadanos de segunda clase. Esto hace pensar que la intención era limitar la asistencia y restar importancia al evento.