Paula pasó la mayor parte del verano en la casa de sus abuelos en el pueblo de Verdicio, cerca del Cabo Peñas y su faro. También asistió a un torneo de tenis en la playa de Luanco y pasó un día en las piscinas de Valencia de Don Juan. Adicionalmente, visitó la ciudad de Salamanca donde fue a la catedral y Casa de las Conchas.