El documento argumenta que el respeto por los demás es esencial para vivir en un mundo mejor, y que al respetarnos a nosotros mismos guiamos nuestra moral y al respetar a los otros guiamos nuestras costumbres. Señala que no respetar a los demás, como pegarles o maltratarlos, está mal, y que deberíamos ofrecer ayuda a quienes la necesitan como otros lo hacen por nosotros.