Zapatero, Rubalcaba y Fernández de la Vega regresaban de un viaje a Senegal cuando un agente de la Guardia Civil inspeccionó sus equipajes y les advirtió que no podían pasar colmillos de elefante y una manta de piel de leopardo por ser especies protegidas, a lo que Zapatero respondió de forma intimidante alegando su posición, aunque finalmente el agente dejó pasar a los tres pero advirtió que "¡la mona no pasa!".