1. BICHOS VEMOS, RELACIONES NO SABEMOS
En esta lectura se hace referencia a la importancia de la biodiversidad, así
como a las diferentes funciones de las especies que existen, y como es que
interactúan cumpliendo así un ciclo o una función determinada. Las
interacciones bióticas son las relaciones que se establecen entre dos o
más organismos, en donde estos pueden verse beneficiados, perjudicados
o no afectados. La mayoría de estas interacciones se originan a partir de
su necesidad de obtener los recursos necesarios para sobrevivir, es decir,
algunas especies son el alimento de otras. En este sentido, observamos
que hay diferentes tipos de interacción, según la función que cumplan. Las
hay antagónicas, en donde una especie es depredadora de otra, y por lo
tanto, resulta ganadora. Hay interacciones mutualistas, en donde las dos
especies que interactúan, resultan beneficiadas. De esta misma se derivan
las relaciones comensalitas, en donde una de las especies resulta
beneficiada, mientras la otra se mantiene neutra. Y la amensalista, en
donde una de las especies es perjudicada, mientras la otra de igual
manera, no obtiene beneficio ni tampoco se ve perjudicada. Y la
competencia se refiere la lucha entre dos especies porque las dos
comparten un mismo recurso, y esta lucha o competencia resulta una
desventaja para las dos.
Esta lectura me pareció sumamente interesante, ya que nos da a conocer
sobre la importancia de la biodiversidad de organismos y especies y sus
diferentes tipos de interacciones, algunas benéficas, otras perjudiciales y
otras simplemente indiferentes entre sí. Tomando en cuenta estos puntos,
nosotros los humanos, seres racionales, deben concientizarnos sobre la
importancia de conocer, cuidar y respetar a todas las especies que existen,
pues a través de este reconocimiento, podemos mantener un equilibrio
ecológico y a la vez, preservar la subsistencia de la especie.
Lamentablemente somos nosotros mismos los peores depredadores, y a
veces con el afán de obtener beneficios o intereses, somos quienes nos
estamos encargando de destruir al mundo y los diferentes ecosistemas
que en el habitamos. Por lo tanto, debemos de empezar a preocuparnos,
pero sobre todo a ocuparnos en cuidar nuestro hogar.