Los volcanes se clasifican según su forma en estratovolcanes cónicos con cráter central, resultado de continuas erupciones; escudos con pendiente suave y base amplia formados por derrames laterales de lava; y calderas producidas por el colapso de la cámara magmática. Las erupciones se categorizan como vesubianas o plinianas, que expulsan grandes cantidades de ceniza, o fisurales como las de Islandia, a lo largo de fallas.