Este poema corto describe los frutos rojos que simbolizan el amor que crecen en el sur. La primavera trae racimos a los árboles. El poeta espera que su amado recolecte algunos para él como señal de que aún lo recuerda, ya que el anhelo de verlo aunque sea por un momento es insoportable. Se desea a su amado un feliz día del amor y la amistad.