El poema expresa que el autor sabe que Dios está con él porque todo se ha vuelto claro, tiene sed y agua juntas en su sereno afán, y ha visto la paz en las cosas a través de la sombra de Dios. Caminar por el camino blanco se ha convertido en una fuente de felicidad para él, aunque no ha tenido visiones o oído la voz de Dios, sino que lo ha conocido nuevamente a través del pan partido.