Pacific 09

CLUB A. F. C. G SAN MARTÍN 215
La novena década 1988 - 1997
Rugby
La década comenzó como la anterior, con el equi-
po superior en la División Ascenso, en la que tuvi-
mos buenos resultados desde el principio. El equi-
po formaba generalmente con Maxi Berliner; «Pipi»
Marinelli, Gabriel Gravina, Dimas Vanini y
Basualdo; Julián Ripoll y Jorge Rey; Tagtachian,
Hosselet y Marcelo Bogo o Javier Pellarati; S. Ricci
y G. Biassotti, Alejandro Curti, Néstor Aguirre y
Serafín Dengra.
También lo integraban Alejandro Iglesias (que
debutó con Universitario de La Plata como full-
back), Eamon Mullen, Pablo Boulay, Ojeda, Miguel
Ardanaz, Amín, «El Gavilán» Taboada, Dardo De
Marchi y Esteban Menéndez. Los triunfos más re-
sonantes fueron con Deportiva Francesa, Lomas,
La Salle, U. de La Plata, San Andrés, etc., pero
lamentablemente no alcanzó para ascender.
La Menores de 17, una nueva división de la
UAR, volvió a entrar en la zona Campeonato, en-
trenada por Osmán Dalverme y Eddie Vanini, mos-
trando un equipo sólido en el que descollaban los
forwards y un formidable medio-scrum, Tomás
Druetta.
En 1989 la división superior tuvo una importan-
te renovación, subieron muchos jóvenes valores que
habían mostrado sus condiciones en las divisiones
juveniles (sobre todo las camadas 68, 69 y 70), y el
equipo solía integrarse con Menéndez, E. Mullen,
Juan «Loco» Suárez, Christian Hein, Federico Blan-
co, Alfredo «Freddy» Bianco, Jorge Rey, Pablo
«Iguana» Liontini, «Chino» Soloaga y Guido
Estévez; Javier Pelaratti y Josué Balduzzi, Serafín
Dengra, Marcelo «Fafa» Fafasuli y Daniel Galvalisi.
«Freddy» debutó en primera ese año, y cuenta:
«Mi debut fue un 8 de Abril de 1989, justo el día
que cumplía 19 años y el día que el club también
cumple años, jugamos contra Lomas y empezamos
perdiendo el partido hasta que entro Fafa y cambio
todo, hasta el punto que termino haciendo un try
en la banderita y yo lo pude convertir para empatarlo
21-21».
También jugaban Diego «Rino» Alvarez Ort, Fer-
nando Tucchi, «Chicho» Orlandi, Gonzalo Rolón,
Eduardo «Dumbo» Iglesias, «Pila» Biasotti, Sergio
Ricci, Mariano Díaz Varela, Martín Blanco, Marcelo
Rotondo, Hernán Hoiak, Diego «Nono» Álvarez,
Eddie Vanini Ceñera, Gabriel Medina y Alejandro
Lareo.
Los entrenadores, ese año fueron Juan C. Vast
Salanouve, Gustavo Manteo y Gullermo
Christensen. El Capitán, Jorge Rey.
Los resultados permitieron lograr el esperado as-
censo a segunda, lo que se festejó adecuadamente
después de los difíciles años en la categoría de As-
censo.
En 1990 el equipo osciló en la mitad de la tabla,
con muy pocos cambios en su formación respecto
al año anterior, excepto la incorporación de dos ju-
gadores de la camada 70: un excelente full-back,
Christian «Kitty» Pugliese, que tanto defendía con
vigor como atacaba imprevistamente con resulta-
dos letales para los rivales y Hernán «Pulpo»
Túrtula, un hooker de gran físico y combatividad.
Volvió a jugar Darío Pérez Tebelle. Algunos resul-
tados fueron significativos, como el triunfo por 58
a 6 a GEBA (el try valía todavía 4 puntos).
Pero lo más significativo de ese año fue que la
División Menores de 19, al haberse juntado las ca-
madas 71 y 72, ganó el campeonato de la UAR,
venciendo en la final a Pucará, dirigidos por Pablo
Cedros, Dimas Vanini Ceñera y Juan «Loco»
Suárez. Coronó de esta manera una de las mejores
performances de una camada en el club, habiendo
La novena década:
el club es nuestro

216 CLUB A. F. C. G. SAN MARTÍN
jugado en la zona Campeonato desde la Quinta
División (ahora M15). El capitán de ese espléndido
equipo fue Tomás Druetta, y a él le pedimos que
nos diga como fue ese año admirable:
«Fue en el año 1990, en la Menores de 19 se
juntaron las camadas 72 Y 71. Ese año se jugaban
dos zonas y los ganadores de cada una jugarían
una final. El primer paso importante que dio esta
división del club fue entrar en la zona ganadores.
Comenzó la segunda etapa del año y los resul-
tados comenzaron a darse. Recuerdo que perdiamos
con el SIC en su cancha y se definió el partido con
varios tries de Luis Castro y Willy Pauli. Ganamos
el último partido y debíamos esperar un resultado
entre Hindú y no recuerdo que otro equipo, el re-
sultado nos favoreció, por lo cual quedamos pri-
meros en el grupo y debimos definir el campeonato
con el primero de la otra zona.
Teníamos que enfrentar a Pucara. Justo contra
ese equipo. Nunca tuvimos partidos muy amistosos
contra ellos. Dos equipos con packs y personali-
dades muy fuertes. Claro esta, que nuestros fowards
eran mejores.
¿Como era este San Martín que llegaba a la fi-
nal? Era un equipo que sin ningún lugar a dudas
tenia a los mejores forwards de toda la categoría y
no estoy diciendo esto por haber sido su medio
scrum. Ese pack era realmente imparable. Al tener
tan buenos forwards, confieso como medio scrum
que pequé de cerrar bastante el juego. Afuera no
teníamos grandes figuras, éramos jugadores pare-
jos que nos complementábamos muy bien con los
«gordos».
Confieso que desde juveniles soñé que jugaba
un partido importante, justo contra el rival con el
que íbamos a jugar. Ese sueño se debía a que en
un partido contra ellos, había tenido que salir por
una conmoción y en algunos otros partidos hubo
más golpes y juego desleal que rugby. No me gus-
taba esa menores de 19 de Pucará.
Llego la semana previa al partido, los entrena-
mientos estuvieron realmente buenos. Entrenamos
con las mejores pelotas del club, las que usaba la
primera. La semana se hizo bastante larga, no po-
díamos dejar de imaginar como terminaría esta his-
toria. Teníamos que definir todo un año, en solo

ochenta minutos. Claro esta que por mas que el
resultado no nos acompañara el año había sido
increíble.
Llego el día del partido, en el club había mucha
expectativa. Nos juntamos a las cinco de la tarde
en el bar. Desde ahí nos íbamos al BAC. Recuerdo
que estábamos sentados en varias mesas, charlan-
do con los nervios lógicos por tener que jugar esa
final. Fue Dicky el que rompió el hielo, comenzó a
golpear despacio la mesa y a cantar…»que vamos
a salir campeones, que vamos a salir campeones,
que vamos a salir campeón...». En pocos segundos
cantamos todos, por varios minutos, aprovechan-
do para soltarnos e intentando dejar algo de ner-
vios ahí. Ese canto no me lo voy a olvidar nunca,
pasaban los minutos y el tono iba subiendo, ese
equipo quería salir campeón.
Nos subimos a varios autos y salimos a Belgrano.
Íbamos en búsqueda de un sueño.
Llegamos algo tarde y por lo cual nos tuvimos
que meter en el vestuario sin demoras. No había
mucho tiempo, el partido estaba cerca.
Al meternos tan rápido en el vestuario no pude
apreciar si había gente del club, si nos había ido a
ver alguien. Seguro que nuestros familiares iban a
estar. Me asome por una ventana y pude ver la can-
cha con todas las luces prendidas, parecía Vélez,
les juro que era imponente. Para ese entonces por
lo menos a mi se me habían ido los nervios. Nos
preparamos para salir, nos juramos dejar todo, no
podíamos dejar pasar la oportunidad de llevar el
campeonato al club.
Era realmente difícil, Pucará era un buen equi-
po. Era algo mas completo que nosotros.
Como capitán me fije que estuvieran todos lis-
tos, ya era la hora y había que jugar. Salimos del
vestuario, todos juntos y por la oscuridad. Les juro
que la sensación de entrar el ingoal y quedar bajo
la luz de las torres fue increíble. Nos recibió un gri-
terío de muchísima gente que nos había ido a ver.
Teníamos 19 años, estábamos jugando una final y
sentíamos la fuerza de un club entero gritando por
nosotros. Todos aquellos que jugaron al rugby van
a entender lo fuerte de ese momento.
Ya estabamos preparados nos juntamos debajo
de los palos y asumimos el compromiso de entre-
gar todo, por nosotros, por la oportunidad que te-
níamos y por toda esa gente que estaba rodeando
la cancha, que les aseguro que era un montón.
El sorteo lo gane, así que elegí lado. El juego se
estaba dando bastante cerrado, claro que ese era
el juego que nos favorecí a nosotros. Les repito,
estaba seguro como medio scrum, que tenia de mi
lado al mejor pack de todos. Pilar izquierdo Willy
Pauli, un tractor que se canso de hacer tries du-
rante todo el año. Hooker El Turco Rubén
Keumurdji, ponia hasta lo que no tenia. De pilar
derecho, Alejandro Pita, no había forma de ir para
atrás en el scrum. Segundas líneas Porto y
Podgaezky (Poda) confieso que jugué toda mi vida
tranquilo porque en especial este último me prote-
gía. La tercera línea con Norberto «Meco»
Ramponi, era un fanático del tackle. Luis «Pepo»
Castro, sin dudas era nuestro jugador mas fuerte,
llegaba al trie por lo menos una vez por partido.
Juan Pablo «Moe» Martino, calidad, buen juego,
elegancia, magia.
Afuera los tres cuartos formaron con Tomi
Druetta (quien escribe) Dicky Zurniewich, un gus-
to jugar con el, Sebastián «Benito» Jorgensen
Campi y Gerardo «Geri» Grastichini, el Ladrón
Axel Bonavini, Sebastián «Lipo» Liporace y
Ruggiero. Si bien los gordos eran los destacados,
nosotros los backs íbamos a dejar todo. No había
de que preocuparse.
El trámite del partido se dio con varios penales
que fueron adentro, el primer tiempo termino 6 a 3
abajo. Comenzando el segundo tiempo tuve la suerte
de meter un drop, fue el primero y el único que
pateé en mi vida. Justo fue en esa final.
Unos minutos mas tardes de ese drop teníamos
un scrum en las 25 yardas debajo de los palos de
Pucara. En ese momento se me acercó Dicky y me
dijo, «dame atrás que los termino». Dicho y he-
cho, drop de Dicky, sumábamos tres puntos más y
nos seguíamos alejando. El cierre del tanteador se
dio con un try del Ladrón, jugando por el ciego
con una pelota a las espaldas de la marca.
Se estaba dando todo, para que este equipo pu-
diera cumplir su sueño.
Faltaban pocos minutos y desde afuera se escu-
chaban los cantos de nuestra hinchada. No saben
lo que siente en ese momento, jugás por cumplir
un sueño, representas a toda la gente que esta fue-
ra de la cancha, representas a un club con mucha
historia.

Por fin llego el final, ganamos. Éramos campeo-
nes, la primera división juvenil del club campeo-
na. Muchos abrazo en la mitad de cancha con toda
la gente que estuvo siempre con nosotros, familia-
res que compartían nuestra alegría. Una alegría
inmensa, sin dudas la mayor que hasta ese momen-
to nos había dado este deporte. Todos los que ju-
gamos al rugby sabemos que no hay mejor mane-
ra de cerrar la etapa de juveniles, campeones!!!
Vuelta olímpica, con banderas del club, com-
partir esa fiesta entre todos los jugadores del equi-
Los jóvenes jugadores de San Martín posando frente a la torre
Eiffel.
po, amigos que con esfuerzo y sacrificio vivieron
con nosotros momentos lindos y feos. El mejor cie-
rre que se puede imaginar. Cerrábamos el ciclo de
juveniles con una vuelta olímpica, que absoluta-
mente todos los que estuvimos ahí vamos a recor-
dar siempre.
Aprovecho esta oportunidad para agradecerle a
todos los que entrenaron alguna vez a estas dos
camadas, la 71 y 72..
A todos los que nos enseñaron durante tanto
tiempo a jugar al rugby, a esforzarnos, a sacrificar-
nos por un objetivo».
Al año siguiente, 1991, no hubo mucho que
pensar y varios de los campeones de M19 subieron
al plantel superior, como Tommy Druetta, Juan Pa-
blo «Moe» Martino, Alejandro Pita y Mariano
Podgaezky.
La mayor parte de los jugadores del año ante-
rior continuaban en actividad, entre ellos Gabriel
Medina, Eduardo Tozzi, «Nono» Álvarez o Victor
«Tenso» Cantarini. Los resultados de los primeros
partidos no fueron alentadores, pero para la segun-
da mitad del año, el equipo se estabilizó y comen-
zó a lograr éxitos en todas las canchas contra Casa
de Padua, Mariano Moreno, Daom, San Patricio,
San Albano, Monte Grande, etc.
Ese año, para el mes de Noviembre, se jugó el
primer partido de lo que se convertiría en una tradi-
ción de nuestro club. Por una feliz iniciativa de Ri-
cardo Cantarini se concertó un partido de «Padres
e Hijos», que todos los años une a las distintas ge-

M 19 que realizó la gira a Europa.
El plantel que viajó a Europa, acompañados por Bruno Palazzo, Alejandro Lareo y Diego Puente.

Foto previa uno de los partidos de «Padres e hijos», torneo creado por R. Cantarini.
Equipo M19, camada 1974.

sólo los pueden marcar los padres, no está permiti-
do patear, hay que divertirse mucho, etc.).
Hoy somos docenas los que nos juntamos al lle-
gar la primavera, y por lo general terminamos la
diversión compartiendo un asado o lo que hubiere.
En 1992 se agregaron a la división superior
Martín «Papelito» Bardelli, como centro, Sebastián
Liporace, como full back o wing, Willi Pauli, un
pilar rapidísmo y potente, Cristian «Gonte» Giglio,
Maxi Ereñú y Diego «Dicky» Zurniewikz.
Los resultados fueron buenos. Después de per-
der con Manuel Belgrano el primer partido, el equi-
po encaró una serie de victorias merecidas: 31 a 18
a Hurling, 34 a 24 a San Patricio, 23 a 21 a U. de La
Plata, 29 a 13 a Curupaytí, etc. Pero luego volvi-
mos a caer en una medianía que nos llevó a varias
derrotas.
Al año siguiente, 1995, volvió a jugar Luis Cas-
tro, ahora como pilar, y se destacaron Lautaro «Lau-
cha» Serino, que fomó la pareja de medios con
Tomás Druetta, que a su vez era el capitán del equi-
po, y Carlos «Charlie» Parise, que era segunda lí-
nea con el «Caña» Ricci o con Gustavo «Pila»
Biassotti, dos verdaderos «históricos» del equipo.
Los resultados volvieron a ser buenos por varias
neraciones de Pacific en la cancha uno, con reglas
especialmente dispuestas para la ocasión (los «hi-
jos» no pueden tacklear a los «padres», los tries
Equipo de 1995
Ciro Bolo ( Entrenador), J.P. Martino, M. Laborde, J.P. Procopik, G. Pauli, G. Biassoti, D. Galvalisi, H. Turtula, M. Díaz Varela y
Carlos Roo ( Linesman).
D. Zurniewich, C. Pugliese, G. Rolón, T. Druetta ( Capitán), S. Caffaratti, P. Grande y A. Bianco.

fechas, y después de empatar con Hurling le gana-
mos a Los Cedros, a San Carlos, a Liceo Naval y a
Belgrano. En la segunda rueda siguieron los éxitos
y empatamos con Belgrano, aunque al final nos
quedamos en segunda.
El campeonato de Juvenil organizado por la
FIRA, que los Pumitas ganaron varias veces, se dis-
putó en la Argentina, y nuestro club fue elegido
para que se jugaran en él dos partidos, y entre los
seleccionados que actuaron estaba el de Irlanda y
el de Portugal, que brindaron un agradable espec-
táculo en la cancha 1. A la finalización del mismo,
las autoridades y entrenadores fueron agasajados
por la comisión directiva del Club.
Y en 1996 llegó el gran día. En virtud de una
reorganización de los campeonatos, se jugó una
zona clasificatoria, después de la cuál se decidiría
que equipos jugarían en primera división por el
campeonato.
El equipo ingresa a la cancha en el partido posterior a haber logrado el ascenso a primera.

Pacific le ganó a Lomas, a Deportiva Francesa,
a Vicente López (por 99 a 0), a Mariano Moreno, a
San Andrés y a CASA de Padua, y pese a haber
pedido algunos partidos, llegó a Nuñez, a jugar con
Liceo Naval sabiendo que si ganaba, pasaba a ju-
gar en Primera División.
Tarde fría ese 20 de Julio, y un equipo confor-
mado por Christian Pugliese; Guido Ratti, Kelo
Pizzorno, Pechuga Metzger y Sebastián Caffaratti;
L. Serino y Tommy Druetta (Capitán); Pablo
Liontini (luego Quintana), Martín Laborde y Ale-
jandro Lareo; Mariano Podgaezky y Gustavo
Biasotti, Leandro Masuero, Fernando Santero y Juan
Mauro.
Y Pacifico ganó: 44 a 14. Emoción, abrazos,
felicitaciones, una angustia contenida de tantos años.
Después de diecinueve temporadas se volvió a Pri-
mera, ocupando la última vacante. Clarín comenta-
ba: «La gran tarea realizada por los backs fue clave
para lograr el triunfo. La velocidad de los wings
quebró con facilidad la escasa resistencia que opu-
so Liceo. Defensivamente, Christian Pugliese fue
el goleador (24 tantos) y figura de la cancha».
Después, en la rueda por el campeonato, no nos
fue muy bien. Perdimos con Olivos, SIC, Matreros,
CASI, Belgrano, La Plata, Alumni, BA y Regatas,
pero en la última fecha recibimos a Atlético del
Rosario en Sáenz Peña. Y ese fue otro partido. Los
de Plaza vinieron en masa, llenando todo el sector
del sol, frente a la tribuna, con sus colores: «clare-
te» y celeste sabiendo que debían ganar para al-
canzar el título, ya que Hindú jugaba con Regatas
y tenía los mismos puntos que los rosarinos; pero
también Pacific tuvo sus seguidores. Ese día el club
estuvo lleno como hacía años nos se veía, y con
una extraordinaria actuación de Patricio Grande, casi
le ganamos a los amigos rosarinos, que sólo pudie-
ron superarnos en los últimos minutos de descuen-
to. El final: 32 Atlético y 30 Pacífico. Ah, y ellos
festejaron el Campeonato, después de muchos años,
en Sáenz Peña.
Para ese partido Pacific formó con: Pugliese;
Grande, Metzger, Caffaratti y Ratti; Serino y Druetta
(capitán); Lareo, Laborde y Alvarez Orts; Biasotti y
Pogdaetzky; Masuero, Santero y Pauli. El referee
fue Ricardo Lamastra, y el partido fue infartante,
ya que sólo tras varios minutos de descuento Plaza
pudo doblegar al tricolor.
A continuación transcribimos la crónica que
publicó «La Nación» sobre ese partido el domingo
13 de octubre, firmada por Alejandro Coscia:
«Por capricho, simple corazonada o ley del úl-
timo recurso contra la resignación, el Atlético apos-
tó el cachito de resto físico y anímico que le queda-
ba al scrum. Se jugaba el interminable sexto minu-
to de descuento y San Martín echaba la pelota. No
había caso; tampoco tiempo. Chau ilusiones…
Pero Federico Risler se transformó en el Hom-
bre elástico y robó esa pelota fundamental para
que Bartolucci, en su aparición más efectiva del
partido, se levantase de esa formación a la que
intuitivamente se había sumado. Y surgió el acom-
pañamiento del Lungo Estellés, que juntó marcas y
efectuó un pase imposible para Lobrauco y de allí
el pasamanos veloz hacia la izquierda y la enlo-
quecida corrida de Pablo Oria al try, a la conquis-
ta de un título que parecía irremediablemente per-
dido.
El 32 a 30 clavado para los delirantes rosarinos
de adentro; para los sufrientes rosarinos de afue-
ra. Sin embargo, el calvario (el partido) no se aca-
baba nunca. Y siguieron las acciones, un line para
San Martín y el drop que despachó Lautaro Serino…
Suspenso, ruegos y una pelota que sale desviada
por poco, para darle un toquecito más angustiante
a semejante thriller. Ahora sí, Atlético del Rosario
campeón; por fin el desahogo. Bienvenida la cuar-
ta vuelta olímpica para uno de los fundadores que,
desde 1935 no disfrutaban del inconfundible sa-
bor del reencuentro.
La culpa la tuvo San Martín
Más de 500 hinchas que bajaron de Rosario, ban-
deras, bombos, pirotecnica y sueños. La logística
no falló. El equipo sí. Y se notó de entrada. Un poco
por los nervios propios, pero más que nada por
responsabilidad de San Martín, dispuesto a deses-
timar cualquier actitud contemplativa con el subli-
me momento que vivía su adversario. Desarrollo
parejo, marcas asfixiantes y excesiva utilización del
ick. Y penales. Cuatro de Federico Todeschini; tres
de Pugliese, quienes no sólo mostraron peso
protagónico por su condición de pateadores. Ro-
sario fortaleció su anhelo con el try del mismo
Todeschini cuando concluía la primera etapa (17
a 9 el parcial).

Lejos de intimidarse, San Martín encaró los úl-
timos 40 minutos como si de su producción depen-
diese el título. Los rosarinos quedaron shockeados
de entrada con ese try que concretó Laborde. Y los
locales pasaron, entonces, a dominar la escena.
Con obtención limpia en lines (en especial con
Biasotti) y en scrums, con ventajas en la recupera-
ción de pelotas, con tackles terminantes y con atre-
vimiento para hacer circular la pelota hacia las
puntas, donde no casualmente definieron Ratti, pri-
mero, y Grande, después.
En el medio de esas conquistas, Rosario gozó
de una ráfaga feliz con el try de Rodrigo del Cerro
(gran maniobra individual de Lobrauco). Pero no
le alcanzaba con eso, ni con la excelente tarea de
Marchiaro para torcer el rumbo de una tarde ne-
fasta.
La tensión en el ambiente se hizo insostenible
en los mi nutos de descuento. Y llegó el scrum ro-
bado (linda paradoja para un club que renegó siem-
pre de esta formación), la mágica habilitación de
Estellés y el apoyo colectivo que terminó con fuga
de Oria, que apuntó a la bandera izquierda y ni
siquiera percibió que, en su loca carrera al try, los
Equipo que realizó la Gira a Europa, con B. Palazzo, J. Laborde, P. Grande, P. Sonneville y Armando Iglesias.
fantasmas de aquellos gringos que forjaron el club
estaban allí, a sus espaldas, dándole el empujoncito
final hacia la gloria...»
En 1995 el equipo de M 19, que había tenido
una buena campaña, clasificando en la sección «ga-
nadores» en M-15, M-16 y M-17, viajó a Europa,
con Bruno Palazzo como presidente y la conduc-
ción de Julio C. Laborde, a quien acompañaron
Patricio Grande, Patrick Sonneville, Leandro
Masuero y Armando Iglesias. Recorrieron Dublin,
Cardiff, Edinburgh, York, Londres y París, con muy
buenos resultados deportivos y humanos.
Los jugadores, de los que muchos de ellos se
destacaron jugando en la división superior, fueron
Mariano Quintana (Capitán), Lautaro Serino, Este-
ban Tognola, Mauro Kahn, Santiago Rolón, Luciano
Daneri, Mariano Puccio, Alejandro Kiss, Nicolás
Etchebarne, Román Bianchi, Federico Freitas, Pa-
blo Thomas, Mariano Birsa, Agustín Dalverme,
Matías Álvarez Dorrego, Alejandro Cornellas,
Sebastián Rodriguez, Christian Vanini Ceñera,
Sebastián Tórtola, Gustavo Frontera, Ignacio
Benvenuto, Pablo Castellanos, Gerardo Zanotti,
Christian Castro, Sebastián Bigas, Juan Mauro, Cé-

Equipo de Veteranos del club, en un encuentro con los amigos de siempre, Hurling.
Patricio Grande ataca, acompañado por Juan P. «Moe» Martino.

sar Severa, Diego Starópoli, Lucas Freitas, Diego
Porta, Esteban Benvenuto, Laureano Mule, Carlos
Parise, Fernando Catapano, Nicolás Misculín, Luis
Deganis, Francisco Salas, Martín Agradi, Alfredo
Siucati, Damián Terclavers y Julian Cohen.
La década terminó esta vez con el club en la
primera división. Y el triunfo llegó en 1997 y en
Boulogne, cuando el equipo le ganó 32 a 25 a
Pueyrredón. Ese día formó con Pugliese, Grande,
Metzger, Caffaratti y Guido Ratti; Serino y Druetta;
Procopik, Laborde y Quintana; Carlos Parise y Gus-
tavo Frontera; Juan Mauro, Santero y Pauli. Eso sig-
nificó un envión positivo, y el sábado siguiente, 21
de Junio, se le ganó a Belgrano 31 a 27.
En otro triunfo, esta vez contra Newman, debu-
tó Tomás Peper de apertura, Daneri de segunda lí-
nea y Pancho Druetta de centro. Contra Alumni (29
a 26 a favor de Pacífico) debutó Sebastián
Rodríguez de medio scrum y Tommy pasó de aper-
tura. Sebastián Ercolessi fue centro. Sobre el final
del año, Juan Pablo «Moe» Martino volvió al pri-
mer equipo, jugando alternativamente en la segun-
da y la tercera línea. También ese año jugó en pri-
mera Álvarez Dorrego, como pilar o hooker y el ya
mencionado Fernando «Tero» Santero, quien se
desempeñara varios años en las juveniles como wing
forward, y pasara a ser hooker del plantel superior.
Un gran final para una década muy esforzada
en el rugby del club.
Los equipos de veteranos no tenían ya un cam-
peonato para ellos. Se formaban equipos que agru-
paban ex jugadores de distintos clubes, y con nom-
bres elegidos al efecto (como «La vaca mercena-
ria» y otros) jugaban amistosos programados por
ellos mismos.
Con algunos ex jugadores de nuestro club se
formó el equipo de «Deterioro», que pidió permiso
para jugar en el club como local, adaptando sus
compromisos a las posibilidades de espacio en las
canchas. Comenzó jugando con una camiseta ama-
rilla y verde, pero luego, dada la gran cantidad de
veteranos de Pacific que lo integraban, terminaron
jugando con la camiseta del club, y ya sin el nom-
bre de fantasía.
Su capitán y entusiasta promotor por varios años
fue Juan Carlos D’Angelo, tambien ex jugador del
club.
Camada 83 en gira a Rosario, entre los que podemos ver a
Roberto «Micky» Cabero, Leandro Rodríguez, Emiliano
Gryczman, Andrés Calliero, Gastón Galvalisi, Tomás Deverill,
Guido Tarelli, etc.
Miguel Marinelli, con una décima división de esos años.

La Subcomisión estuvo formada en 1996 por
Ricardo Cantarini - Capitán General, Juan Carlos
D’Angelo, Leandro Castro y Alain Sonneville.
Una palabra para las divisiones infantiles que
en esa década formaron excelentes equipos, y para
sus entrenadores que bajo la guía de Ricardo
Cantarini brindaron su tiempo, sus conocimientos
y afecto a los chicos que llegaron al club a jugar
con la camiseta tricolor. Rudi Hein, Gustavo Arona,
Tommy Rodríguez, Enrique «Quique» Frick, el
«Turco» Amín, Leo Soloaga, Miguel Marinelli,
Christian Hein, Fernando Canzani, Eduardo «Tino»
Speroni, Juanjo Deverill y muchos otros más.
A los juveniles los entrenaban con paciencia y
pasión Patrick Sonneville, Andrés Wolfenson, Bru-
no Palazzo, Miguel Ferrari, Gabriel Gravina, Pablo
Boulay, etc.
El club
Esta década es muy especial para Pacific. Después
de más de ochenta años se pudo concretar la com-
pra de los terrenos que ocupa desde 1908. Genera-
ciones supieron del anhelo de hacer del club algo
propio, eliminando para siempre esa «espada de
Damocles» que significaba estar «de prestado» en
los terrenos del Ferrocarril. Y sobre todo cuando ya
no nos unía a él nada más que la nostalgia del pasa-
do, cuando las vías llegaban hasta dentro del pre-
dio del club y los socios eran mayoritariamente
empleados del BAP.
Se aprovechó el proceso de privatización de los
ferrocarriles, y cuando el Gobierno Nacional los
adjudicó a distintas empresas, se solicitó la compra
de los terrenos. Con la ayuda del diputado nacional
Lorenzo Pepe, quien siempre estuvo cerca del club,
por su carácter de ex ferroviario y por vivir en Sáenz
Peña, se logró que, después de las necesarias nego-
ciaciones, se estableciera un acuerdo equitativo y
un precio adecuado al predio que ocupamos.
Toda la Comisión Directiva de ese tiempo, con al
imprescindible asesoramiento legal de Eduardo Ratti
y la ayuda del arquitecto Dennis Thomas, se abocó a
preparar la información y los papeles legales para la
compra. Asimismo, para afrontar los gastos deriva-
dos del necesario anticipo en efectivo, se dispuso que
los socios aportaran una cierta cantidad de dinero.
El contrato de compra con el Onave, el organis-
mo estatal que tiene a su cargo la administración de
los bienes de los ferrocarriles, implica que los te-
rrenos sólo podrán utilizarse para la práctica de-
portiva, asegurando de esta manera los derechos
de los asociados.
No podemos dejar de destacar la ayuda recibida
del Doctor Matías Ordóñez, quien es ese momento
se encontraba al frente de la Intervención de Ferro-
carriles, quien facilitó las negociaciones con una
excelente disposición y equidad de juicio.
El viernes 26 de diciembre de 1993, en el des-
pacho del Interventor, se hizo efectivo el pago del
anticipo por la adquisición de los terrenos, donde
participaron varios miembros de la Comisión Di-
rectiva del Club.
El 11 de Diciembre, la intensa lluvia que se des-
plomó sobre Buenos Aires no impidió que se lle-
vara a cabo la ceremonia de traspaso de los terre-
nos a nuestra institución, que fue presidida por el
Sr. Mario Grater, Presidente del Club, y por el Dr.
Matías Ordóñez en representación del Gobierno.
También participó en ella el diputado Lorenzo Pepe.
Discurso pronunciado por el Presidente del Club,
señor Mario Grater en ocasión del acto de re-
cepción del boleto de compra-venta del predio.
«Señor Subsecretario de Administración de Bie-
nes del Ministerio de Economía y servicios Públi-
cos de la Nación, Dr. Matías Ordóñez, Señor Dipu-
tado Nacional don Lorenzo Pepe; Señores Autori-
Ceremonia de la entrega de los terrenos al Club, un viejo anhelo
de nuestra institución.

dades Municipales; Señores Invitados; Queridos
Socios:
Nos reúne hoy el logro de un viejo anhelo: la
adquisición de las tierras que, hace 85 años, ocu-
pa nuestro querido Club. Ese objetivo fue un obje-
tivo de todos. De quienes estamos hoy aquí y de
quienes nos precedieron y permanecen unidos a
nosotros espiritual y afectivamente.
El logro de ese viejo anhelo es también un logro
de todos. La constancia, la paciencia y la solidari-
dad, virtudes poco frecuentes, caracterizaron la ac-
titud de los socios frente a las negociaciones que
emprendiéramos, en este último y definitivo inten-
to, dos años atrás.
No se alcanzó el objetivo por casualidad ni por
obra de influyentes. Su logro se debió a la con-
fluencia de varias circunstancias que merecen ser
destacadas:
· La determinación y unidad de los socios, aún
cuando el éxito no parecía cercano;
· La justicia de nuestra pretensión;
· La historia de nuestro Club, ligada desde siempre
a la del viejo ferrocarril y a la de deportes firme-
mente arraigados en nuestra comunidad;
· La existencia de una política nacional orientada
a reconocer los derechos adquiridos por Institu-
ciones de bien público como la nuestra;
· La transparencia y racionalidad de las personas
que supieron comprender la situación planteada y
la encausaron política y administrativamente.
Podría extenderme largamente recordando nues-
tra rica historia institucional y deportiva o, bien,
reseñando los pasos dados en estas negociaciones.
Prefiero, en beneficio de nuestro tiempo, limitarme
en cambio a realizar solo dos reflexiones.
La primera reflexión se refiere a la ejemplaridad
de la función pública cuando ésta es entendida,
tanto en sus aspectos estrictamente política como
administrativa, como a una acción destinada al bien
común. En ese sentido, nos cabe agradecer la rec-
titud y eficacia del Doctor Matías Ordónez y del
Diputado Lorenzo Pepe, quienes atendieron y re-
solvieron, con equidad y si ambigüedades ni de-
moras, todos los problemas que planteaba la satis-
facción de nuestro interés por adquirir las tierras.
Las tierras no nos fueron regaladas. El precio
que pagaremos por ellas -y que ya hemos comen-
zado a pagar-, ha tomado en cuenta tanto intrínse-
co de la propiedad como las mejoras que nuestro
Club realizara a lo largo de sus 85 años de existen-
cia. Las condiciones financieras no son fáciles, pero
toman en cuenta, con justicia, nuestra real capaci-
dad de pago.
En ningún momento nos fue prometido lo impo-
sible ni negado lo factible.
Los tiempos empleados en las tratativas fueron
los necesarios para ajustar múltiples detalles a fin
de garantizar una instrumentación formalmente
adecuada. De allí nuestro agradecimiento y reco-
nocimiento a comportamiento que hemos llamado
ejemplares, por la sencilla razón de que nuestra
sociedad no está habituada a que la política y la
administración estén siempre signadas por la trans-
parencia y la racionalidad. Expresamos, entonces
nuestro agradecimiento y bienvenida a esta casa a
nuestros invitados especiales de este día: Doctor
Matías Ordóñez y Diputado Lorenzo Pepe. La se-
gunda reflexión está referida a nuestro deseo de
que el Club, como lo ha hecho a lo largo de toda
su historia, continúe abierto a la comunidad».
Comisión directiva del año 1993.

Con orgullo y con humildad ratificamos nuestra
vocación de trabajar, muy especialmente, para y con
los jóvenes a fin de que encuentren en esta casa un
espacio adecuado para que, a través del deporte y
de la amistad, se desarrollen como personas ínte-
gras y felices.
Basten estas palabras para testimoniar mi emo-
ción y mi gratitud por este esfuerzo común que nos
abre inmensas posibilidades».
Este cambio trascendental significó que el club
tuviera que rehacer sus estatutos, lo que estuvo a
Testimonio de agradecimiento de la subcomisión de rugby por su
permanente ayuda.Mario Grater, Presidente.
Muchos de los exjugadoras y exjugadores que integraron los equipos de hockey del club, el día de la inauguración de la nueva
superficie sintética.

cargo del Dr. Eduardo Ratti, para adecuarlos a la
nueva figura social. En lo institucional, ya no fue
necesario que socios ferroviarios integraran la Co-
misión Directiva, pero el nombre del club no fue
modificado: Club Atlético Ferrocarril General San
Martín.
También en esos años se construyó el quincho
de rugby, el que fue pagado con la contribución de
cientos de socios vinculados a este deporte, y per-
mitió la realización de los terceros tiempos con
mayor comodidad. El gran impulsor de este logro
fue Juan Carlos «Totó» Vast Salanouve, quien fa-
lleció prematuramente en un accidente automovi-
lístico.
Como testimonio de su esfuerzo y visión de fu-
turo se decidió llamar con su nombre el nuevo
quincho.
Los aspectos arquitectónicos del mismo estuvie-
ron a cargo de Dennis Thomas y Marcelo Delucchi.
Y el último año de la década se reemplazó la
«cancha dos» de hockey por una cancha de piso
sintético, adecuada para jugar en las principales
categorías de este deporte, que había evolucionado
dejando el césped en pos de una mayor velocidad
y exactitud en el juego. Este emprendimiento sig-
nificó un importante esfuerzo económico para el
club, buscando que los jóvenes deportistas tuvie-
ran las mejores facilidades para practicar su depor-
te.
Todos estos logros se materializaron en las su-
cesivas presidencias de Mario Grater, quien fue
nombrado Socio Honorario del club. Vayan unas
palabras para recordarlo:
«Alguna vez, de labios de un socio, oímos pre-
sentar a Mario como ‘un símbolo del club’. Y nada
más cierto que eso, porque nadie como él repre-
sentó el espíritu del club. Ese conjunto de tradicio-
nes, sentimientos, actitudes y valores que hace que
Pacific sea lo que es.
Nacido en Barracas, cursó sus estudios en el
Saint Andrew’s, cuando se encontraba en su vieja
sede de la calle Ituzaingó, y llevó adelante luego
una larga y exitosa carrera en Alpargatas, de la
que se retiró para poner su propia empresa, pro-
veedora de lonas.
Llegó al club al finalizar el colegio, junto a sus
padres y hermanos mayores, y desde su juventud
intervino activamente en su administración y me-
jora. Mario jugó inicialmente al hockey, formando
parte de los excelentes equipos del club en las dé-
cadas del 40’ y 50’, y luego del formidable equipo
de veteranos de segunda división, que ganó el cam-
peonato de su categoría cinco años seguidos.
Pero Mario también fue un apasionado del rug-
by, al que jugó, según contaba, un solo partido re-
presentando al club. Sin embargo siempre ayudó e
impulsó este deporte, y muchos nos acordamos del
las pelotas de rugby que trajo de uno de sus viajes
a Inglaterra, para que pudiéramos practicar con
algo mejor que esos rígidos balones que usába-
mos, casi esféricos por el uso continuado y la po-
bre calidad del cuero.
Jugó al tenis por muchos años, cuando el hoc-
key le dijo basta, y fue uno de los mayores
animadores de las bowls en nuestro club, a las que
jugó con verdadero gusto. Un verdadero deportis-
ta, que nunca se alejó de los juegos.
No solo participó durante décadas en la con-
ducción del club, del que fue miembro de la Comi-
sión Directiva, Vicepresidente y Presidente, sino que
Presidió a la Federación Argentina de Bowls y re-
presentó al club ante la Unión Argentina de Rugby
y ante la Asociación Argentina de Hockey. Asimis-
mo presidió varias giras de hockey de damas y ca-
balleros al exterior, las delegaciones a los prime-
ros campeonatos mundiales de Bowls y participó
en la recordada gira a las Islas Malvinas.
Se casó con Alba «Negrita» Daly, a la que «im-
portó» al club desde su Hurling original y siempre
fue una figura querida y respetada, en el club y
fuera de él.
Participó durante muchos años, mientras su sa-
lud se lo permitió, de los almuerzos de veteranos
de rugby, donde se había convertido en una perso-
na querida como pocas. Cada vez que llegábamos
a algún club, acompañando el equipo superior o
para jugar a las bowls, la primer pregunta que re-
cibíamos era «¿Y Mario? ¿Cómo está?».
Junto a sus grandes amigos George Downes y
Wray Middleton formó la inolvidable «asociación»
de los Sacapuros, basada en las reglas inaltera-
bles de la amistad.
Conocía a todos los chicos del club, y estos lo
conocían a él, a quien veían como la encarnación

de un pasado que tenía mucho que ver con ellos.
Muchos los saludaban cariñosamente todos los fi-
nes de semana y a él nunca le importó interrumpir
la conversación más entretenida para recibir el
beso de un niño.
A Mario le gustaba la música. De joven, junto a
uno de los Bruce, hijo del pastor de la Iglesia San
Andrés, y otros amigos formó la «Barracas’ Gang
Band», con la que alegraban las reuniones del Co-
legio Saint Andrew’s. Allí tocaba el ukelele (una
pequeña guitarra de origen hawaiano) o la armó-
nica, y disfrutaba profundamente la música, sobre
todo la de las décadas del 40 y 50.
Durante muchos de los años en los que presidió
el club permitió que todas las voces fueran escu-
chadas. Votaba por alguna moción solo en casos
extraordinarios, estimulando las diferentes visiones
como manera de aprovechar las capacidades de
todos.
Pero su opinión era siempre mesurada, y rara-
mente lo escuchamos sostener una posición extre-
ma. Tan solo cuando se trataba de algo que enten-
día como impropio o cuando implicaba una falta
de lo que entendía como un código de valores in-
variable: el respeto a los demás, la deferencia ha-
cia los invitados, la comprensión a los que estaban
en una situación delicada o dolorosa. Mario fue
un ejemplo para quienes los conocimos y fuimos
sus amigos en el club.
No pudo celebrar junto a todos los cien años
de su club, ese club que en mucho contribuyó a
desarrollar, pero estamos seguros que su espíritu,
el espíritu del club, estará siempre presente con un
brindis por el querido Pacific».
El 6 de Abril de 2008, en la celebración del cen-
tenario, se le impuso el nombre de «Mario Grater»
al salón principal del club en el cuál se llevan aca-
bo las reuniones de la Comisión Directiva u otros
agasajos. Nunca más justo el homenaje a quien tanto
hizo por Pacific a lo largo de casi setenta años.
Las Comisiones Directivas presididas por Mario
sobre el final de la década estuvieron formadas en
1995 y 96 por Dionisio «Dennis» Thomas como
Vicepresidente, Marta Sherrard como Secretaria,
Ricardo Sánchez como Tesorero y Fabián Stornini,
Juan C. Erut , Juan C. Evangelista y Demetrio
«Dima» De Natschokine como vocales.
En 1997 se incorporaron Alfredo Ayuso como
Tesorero y Marcelo Delucchi como vocal.
Las familias
Si algo caracteriza al Club es su índole esencial-
mente familiar. Fue gestado como un lugar de es-
parcimiento para las familias de los empleados del
Ferrocarril BAP y siempre continuó siendo un ám-
bito donde se desarrolló la vida de innumerables
familias (muchas de ellas comenzaron en el club).
Algunas ya llevan más de tres generaciones en
Pacific, y hemos elegido para representarlas a cua-
tro de ellas, que llevan muchas décadas y genera-
ciones corriendo en las canchas de Sáenz Peña. Vaya
en ellas el homenaje a todas las familias del club,
pasadas, actuales y venideras…
Kiko parece sonreirnos con su tradicional picardía.

Los López
Cuando Bienvenido Arturo Cruz López aceptó el
empleo como Superintendente del Pacific Railway
Athletic Club, dejando un seguro empleo en la ban-
ca y mudó a su familia a la lejana Sáenz Peña allá
por el año 1916, no sabía que estaba generando
una dinastía de deportistas. Se instalaron en un chalet
que estaba entre el Golf Club y el Atlético, y su
esposa Marcela Mc Gann, que hablaba inglés por
su procedencia irlandesa, colaboró en el cuidado
de los chicos que abundaban acompañando a sus
padres, pero que no tenían ningún deporte o activi-
dad organizado para ellos.
Poco después nació Ana Dolores, «Lilí», su cuar-
ta hija, y lo hizo en dicho chalet, como se estilaba
entonces, convirtiéndose, hasta ahora, en la única
persona nacida en el club.
Ya hablamos de las dos mujeres, Lulú y Lilí, dos
excelentes jugadoras de hockey, que son un orgu-
llo para el deporte y para nuestro Pacific. Pero tam-
bién eran dos los varones, Daniel, el primero, y
Enrique «Kiko», el segundo.
Este último especialmente fue una de las figuras
mas queridas del club, al que dio muchos esfuer-
zos. Jugador de rugby en su juventud, también jugó
al golf y al tenis, y fue padre de Patricia y abuelo de
Diego «Dicky» Zurniewikz, quien siguió sus pasos
como medio apertura de la primera división. Mu-
chos recordamos con afecto su presencia al borde
del «ouch», animando con entusiasmo a cuantos
jugáramos, no importa en que división, con los co-
lores verde, azul y blanco.
Hoy ya juegan Francisca y Bruno, los mellizos
hijos de Diego, al hockey y al rugby respectiva-
mente, continuando la estirpe que se iniciara casi
cien años atrás.
Los Downes
Charles Downes trabajaba en el Ferrocarril BAP, y
fue un entusiasta socio del club, que participó acti-
vamente tanto en los aspectos deportivos como en
la conducción del mismo. Su hijo, George Holland
Downes intentó integrar el equipo de hockey cuan-
do era muy joven, junto a su primo W. Middleton.
Sin embargo, a fines de la década del treinta los
jugadores abundaban, y los muchachos fueron con-
solados diciéndoles que volvieran unos años des-
pués.
Lilí y Lulú López (Socia Honoraria), dos magistrales jugadoras,
en la década del 90‘.
George H. Downes, Socio
Honorario.
Estatutos del Club, del año 1938,
pertenecientes al Sr. Charles Downes.

Pero estalló la guerra, y como ya dijimos, cien-
tos de voluntarios partieron para Gran Bretaña y
despoblaron una vez más las canchas del club. Fue
así que en 1941 los dos primos se incorporaron al
equipo y mostraron sus habilidades por mucho tiem-
po.
George se casó con Bella Carroll, perteneciente
a una familia irlandesa, que jugaba también brillan-
temente al hockey junto con su hermana Daliah, y
sus hijos Andrew e Irene también siguieron la tra-
yectoria familiar, como destacados jugadores de este
deporte y luego ambos como activos dirigentes de
hockey y de rugby respectivamente.
Los hijos de Irene, Marina y …… Jugaron al
hockey y al rugby respectivamente, completando
las, por ahora, cuatro generaciones de deportistas
en el club.
Debemos también recordar que George Downes,
además de haber sido presidente del Club y miem-
bro habitual de la Comisión Directiva, fue presi-
dente en 1963 de la Asociación Argentina de Hoc-
key, impulsando decididamente el desarrollo del
hockey en nuestro país.
Los Thomas
Harry Pattison Thomas se hizo socio del club, jun-
to a su esposa Helen Hewlett, aprovechando la cer-
canía de éste a Villa Devoto, donde vivían y que
era entonces asiento de una importante colectivi-
dad británica. Eso motivó que desde muy jóvenes
sus hijos Ernest Duncan y Stanley Pattison se in-
corporaran a la práctica de los deportes, pese a no
existir una relación directa con el Ferrocarril BAP.
Nacido en 1902, Stanley fue un apasionado del
rugby, que jugó por muchos años, siendo capitán
de uno de los equipos de PRAC en su segunda tem-
porada en segunda, en 1924. Jugaba habitualmen-
te de full back, pero su habilidad le permitió hacer-
lo en todos los puestos de la línea de ¾ con pareci-
da eficacia.
Excelente deportista, fue una figura destacada
en el ámbito del rugby, donde ganó muchos ami-
gos y un prestigio poco común. En 1940 partió para
Europa, para unirse a las fuerzas británicas como
voluntario, donde realizó tareas de inteligencia hasta
el final de la guerra. También su hermana Marjorie
representó al club, jugando al hockey y al tenis.
El hermano menor, William «Bill» Thomas, se
casó con una muy buena jugadora de hockey del
club, Elsie C. Wildon, y sus hijos Mónica y Dennis
practicaron por años hockey y tenis.
Dennis trabajó activamente para el club, dise-
ñando nuevas obras y modificaciones en las viejas
estructuras del club, y también participó de la co-
misión directiva como vicepresidente.
Sus hijas, las mellizas Florencia y Cecilia, juga-
ron al hockey y su hijo Pablo formó parte de los
equipos de rugby de Pacific.
Los Bremer
Pablo Bremer y Yolanda Kent fueron ambos exce-
lentes deportistas. Yolanda descolló como jugado-
ra de hockey durante más de dos décadas, mos-
trando una habilidad notable tanto en defensa como
en ataque, y es hoy probablemente la veterana más
veterana del club. «Polito» en cambio fue arquero.
Un arquero excepcional, que cubría todo el ángulo
para los delanteros con su cuerpo. Por muchos años
jugó en la primera división y luego integró la re-
cordada «segunda» que ganó tantos campeonatos
en la década del 60’.
Polito y Yolanda Bremer, dos socios que representaron como
pocos a nuestro club.

Sus hijos Ronald, Eric y Stella siguieron los pa-
sos en la cancha de hockey, representando al club
por varios años, y sus nietas Vanessa y Lorna fue-
ron también muy buenas jugadoras, integrando
Vanessa la Primera División hasta hace muy poco
tiempo.
Una verdadera familia de deportistas, que siem-
pre llevó muy profundamente los colores del club.
La línea «B» del hockey de damas
En esta década se produjo un cambio fundamental
en el hockey del club.
La cantidad de jugadoras de hockey crecía año
a año, y no había forma de que jugaran todas las
chicas en las distintas divisiones, por lo que a prin-
cipios de los noventa se creó una división juvenil
que competía en el llamado campeonato de quinta
«B». Las chicas de Pacific mostraron muy buenas
cualidades, y por dos años consecutivos llegaron a
la final, perdiendo con Saint Catherine.
Pero las chicas iban creciendo, y no había de-
masiado espacio en las categorías de club, por lo
que se creó una segunda división, con jugadoras
muy jóvenes y con posibilidades. Dos años depués,
al ver el entusiasmo creciente, la subcomisión de
hockey decidió formar una Primera «B», que para
Romina Estévez, María Florencia Deverill, Mariana Ereñú,
Carlos Geneyro
Gimena Martín, Malú Fernández Cordero, Suárez.
jugar en los campeonatos de la Asociación reque-
ría tener gradualmente una «línea» completa (in-
termedia, quinta, etc).
La segunda se convirtió en primera y comenzó
a jugar en la división «G» (la última de los equipos
que integraban el hockey de Buenos Aires. Deje-
mos que unas de sus fundadoras, Mariana Acedo y
Annabella Sime, nos cuenten como fueron esos
primeros pasos:
«Parece que fue ayer. Éramos apenas un peque-
ño grupo de jugadoras con ganas de probar algo
distinto: jugar entre amigas y divertirnos.
Eran los comienzos de 1993.Comenzó siendo
una 2° de amigos y el principio de un equipo que
dió que hablar. Mariano Patrone y Pablo Colarez
nos dieron una mano para organizarnos y alentar-
nos. La competencia era poca, la diversión mucha
y eso nos gustó. Ganamos el campeonato y el Seven
a side. Estábamos para más pero queríamos seguir
siendo un equipo para divertirnos y volver a la esen-
cia. Asi fue que en 1994 nos planteamos la posibi-
lidad de crecer y empezó a surgir la idea de formar
LA PRIMERA B DEL TRICO.
Empezábamos a escribir una historia que para
nosotras fue muy especial y sin saberlo, estábamos
abriendo camino a todo una línea de jugadoras que
hoy mantienen la misma mística de hace 15 años.
Era la 1°G una categoría muy particular!!! Un hoc-
key un poco distinto, casi aéreo. Incorporamos en-
trenadores serios (o no tanto) y vino Cristian Moras
con Marianoy Fasu siempre cerca. Después de re-
correr toda la provincia y de no faltar a ningún 3°
tiempo ascendimos. Además, ese mismo año, nos
hicimos internacionales!! Como no podía ser otro
destino para semejante delegación hicimos la re-
cordada «Gira al Caribe 95» Fue inolvidable Cara-
cas, Aruba y Margarita. Nos acompañó G.Biasotti
y como siempre Mariano y Fasu Berti. Ese viaje
significó mucho esfuerzo, pero nos dejó muchos
amigos y fortaleció aun mas al grupo.
El 95´ arrancó con todo!! La euforia de la gira y
la esperanza de un nuevo ascenso nos alentaron a
poner lo mejor de nosotras. Queríamos mas!!! Es-
tábamos para mas y llegó Gustavo Prícolo para
ponerle seriedad al trabajo físico y siempre Mariano
y se sumó Luciano Brigante.
Y así fue. Ascendimos a las 1°F. Nunca vamos
a olvidar esos partidos!!!

Equipo de seven de veteranas.
Lorena Alvarez, Vanessa Bremer, Virginia Matías, María Martino, Natalia Finocchiaro, Mariana Ferrari, Agustina Estévez, Gabriela
Colares.
Bárbara López, Valeria Finocchiaro, Maia De Nastchokine,Yanina Marinoni, Mariana Acedo, María Inés Deverill, Cecilia Brenan y
Carola Martiarena.

Llegó 1996. El año que vivimos en peligro. El
plantel siguió sumando gente dispuesta a poner las
mejores ganas, nuevas jugadoras y el querido Ne-
gro Suarez. Además ya sonaba divertido jugar en
este equipo «poco tradicional». Nos enfrentamos a
equipos que nos obligaron a crecer y a afrontar
nuevos desafíos. Ascendemos, no ascendemos, si,
no, SI!!! TERCER ASCENSO CONSECUTIVO!!!
Y la fiesta inolvidable.
1997. Caras nuevas, misma mística «llegaron las
chufas» la nueva generación con mucha pila y
mejor onda. No hubo ascenso, en la 1°D mantuvi-
mos la categoría pero crecimos enormemente y lo
mas importante es que pudimos mantenernos uni-
das y seguir divirtiéndonos. Grandes y chicas nue-
vamente nos embarcamos en una Gira a Barbados
Equipo de Cuarta División Campeón 1991
Mirta Acedo, Stella Bremer, Cecilie Maver, Alejandra Mascheroni, María Inés Trigo, Irene Perazzo, Marcela Downes, Virginia Bianco,
Patricia Santamarina, Gracie Martin, Irene Downes, Nelly López, Silvia Moreno, Susy Bertram y Lizzie Newman.
1998 y allí se terminó de sembrar la idea de lo que
era nuestra querida 1°B.
Ellas continuaron y algunas de ellas siguen hoy
15 años después, jugando en el equipo. La línea B
hoy tiene mas 100 jugadoras. Cuando empezamos
éramos 18, pero los objetivos son los mismos: vol-
ver a la esencia de jugar...
Tan solo queríamos mostrarles un poco de nues-
tra historia, éramos un grupo de amigas del club,
que fuimos muy felices jugando juntas al deporte
que mas nos gusta y en el club que nos vio nacer».
Entre las muchas jugadoras que en esos años
han defendido los colores de Pacific en la línea «B»
podemos nombrar a Natalia Merli, Mariana Acedo,
Cecilia Brenan, Mariana Ferrari, Bárbara López,

Carola Martiarena, Florencia Corradini, Natalia Ale-
jandro, Constanza Strachan, María Martino, Ceci-
lia y Florencia Thomas, Varina Baldi, Eugenia
Lahaye, Annabella y Analía Sime, Mariana «Maia»
De Nastchokine, Cecilia Ventura, María Florencia
y María Inés Deverill, Wanda Metzler, Yanina
Marinoni, Julieta Suárez, Virginia Matías, Julia
D’Agostino, Valeria y Natalia Finocchiaro, Vanessa
Bremer, Victoria Rodríguez, Eugenia Campana,
Lorena Álvarez, Agustina Estéves, Gabriela Colarez,
Besada, etc.
La subcomisión de hockey estaba formada en
1996 por Héctor Marinoni - Capitán General, Irene
Downes, Marta M de Sherrard, Dimas De
Natschokine y Ricardo Suárez.
Y tuvo a su cargo la ardua tarea de organizar
que el club fuera anfitrión del Campeonato Argen-
tino de Hockey de Damas Mayores, que se realizó
en Noviembre de ese año. El Campeonato tenía re-
presentación de 16 provincias argentinas y estaba
dividido en dos niveles. La «primera» que estaba
formada por los ocho primeros equipos del torneo
del año anterior y la clase «Ascenso», en la que
participaron los últimos ocho. El nivel de «Prime-
ra», se realizó en el Club, mientras que la zona
«Ascenso» se jugó en el club Arquitectura.
El seven de veteranos, se realizó los días 21 y
22 de noviembre (superpuesto con el Campeonato
Argentino) y tuvo 50 equipos. Entre los cuales fi-
guraron dos equipos de Santiago de Chile, así como
también equipos de Mendoza, San Juan, Mar del
Plata, Rosario y, por supuesto de Buenos Aires. Se
competió tanto en Caballeros cómo en Damas. El
mencionado torneo estaba dividido en dos catego-
rías. La primera fue integrada por jugadores de más
de 30 años, mientras que la segunda estuvo forma-
da por jugadores de más de 40 años.
Bowls
Cada vez más jugadores y jugadoras se acercaban
a formar los equipos de bowls del cub, llegando los
de caballeros a inscribir cinco equipos en la dispu-
tas de las copas. El «A» y el «B» jugaban el cam-
peonato principal y los tres restantes el segundo
grupo.
Las comisiones de Bowls estuvieron constitui-
das por muchos jugadores, y podemos recordar que
en 1995 y 96 contaban con Oscar Matte como Ca-
pitán General del sector masculino y Marta M. de
Sherrard como Capitana General del femenino.
En 1997 las subcomisiones estaba conformadas
de la siguiente manera: Damas: Susana Santamarina
(capitana), Susana Fernández Cordero, María Inés
Canzani, Inés Maver y Marta Schulte. En Caballe-
ros: Douglas Maver (capitán), Alberto Rohan, Hugo
Aguilar, Rómulo López y Carlos Cottura.
Muchas jugadoras y jugadores del club demos-
traron sus excelentes condiciones en los torneos lo-
cales, entre las que podemos citar entre las damas a
Susana Cantarini, María Inés Canzani, Beba Polen-
ta, «Negrita» Grater, Alicia Framiñán, Bella Downes,
Susana Santamarina, Hilda «Chiquita» Aguilar, Perla
Rohan, Marta Sherrard, Dora Jahn, Marta Shulte,
Dodo Benvenuti, Ana María Kohner, Laura Grater,
«Techy» Deverill, «Chani» Bianco, Marta Aranda,
Susana Fernández Cordero, Pupi Hollebach, etc. y
entre los caballeros a Ricardo Cantarini, Mario
Grater, Enrri Merli, Hugo Aguilar, Rino Benvenuti,
Julian Dannevig, César Villamayor, Daniel Feraud,
Oscar Matte, Gustavo Arona, Enrique Trigo, Carlos
Cottura, Alfie Grater, Rohan, Jorge Canzani, Ro-
berto Fernández Cordero, Germán Polenta, Raúl
Pollet, Rómulo López, Pablo Podrés, «Frankie»
Moser, Fernando Marchese, etc.
«Nik» hizo que Gaturro practicara el «Charo Shot», una
creación de César Villamayor.

La Copa Sommerville la ganaron: Temporada
1988/1989 E. Merli, 1989/1990 J. M. Aranda, 1990/
1991 J. Dannevig, 1991/1992 J. M. Aranda, 1992/
1993 E. Merli, 1993/1994 E.Merli,1994/1995 F.
Ruano del Rey, 1995/1996 F. Ruano del Rey, 1996/
1997 R. Pollet, 1997/1998 R. Pollet.
Esta década, como complemento a los torneos
locales, tuvo una nutrida actividad internacional
por parte de nuestros jugadores de bowls, que re-
presentaron brillantemente a nuestro país. Sobre ello
vuelve a ilustrarnos Ricardo Cantarini:
«El segundo Mundial fue en Auckland (Nueva
Zelanda), en Enero de 1988. Allí el Team Manager/
entrenador fue Göran Heydl (BAC) y el Delegado
Internacional Mario Grater. Otra vez fueron tres
los Jugadores del club, Ricardo Cantarini, Enrri
Merli y Julian Dannevig, y los que completaban el
equipo Clemente Bausili (LAC) y José Riveros
(BAC).
El segundo Mundial femenino también se dispu-
tó en Auckland, en 1988 y la Team Manager/
entrenadora era Alicia Framiñán. Jugadoras Bea-
triz Bausili (LAC), Graciela Edwards (BAC), Ma-
ría Laura Gismondi (BAC), Angela Abelle (Mitre) y
Dora Jahn de Pacific.
El tercer Mundial se jugó en Worthing (Inglate-
rra), allá por el mes de Agosto de 1992, y el Team
Manager/entrenador fue otra vez Göran
Heydl (BAC) y el Delegado Internacional Mario
Grater. Los jugadores fueron Alberto Geddes (BAC),
José Riveros (BAC), Sebastián Sanchez
Keenan(BAC), Hugo Hussey(LAC) y Ricardo
Cantarini (Pacific).
Las damas tuvieron su tercer mundial en Ayr
(Escocia), también en el año 1992, y volvió a ser
Team Manager/entrenadora Alicia Framiñán. La
Delegada Internacional fue Ruby Wilsom (BAC). El
equipo estado por Susana Martrinez (LAC), Bea-
triz Bausili (LAC) Graciela Edwards (BAC) María
Laura Gismondi (BAC) Angela Abelle (Mitre).
En 1992 se jugó el Primer ATLANTIC RIM, en la
ciudad de Tampa (Estados Unidos), y la Team Ma-
nager/entrenadora María Laura Gismondi (BAC).
Jugaron representando a la Argentina Liliana Roca
(LAC), Mariel Moreno (Mitre), María Vazquez (BAC),
Gladys Merli y María Inés Canzani, las dos de
Pacific.
El segundo ATLANTIC RIM fue en Durban
(Sudafrica), en 1995.
La Team Manager/entrenadora María
Laura Gismondi(BAC), su ayudante César
Gismondi (BAC), la Delegada Internacional
Yolanda Capanera(LAC) y el equipo formado por
Angela Abelle (Mitre), Susana Martinez(LAC),
Graciela Edwards (BAC), Gladys Merli y Susana
Cantarini.
El Cuarto Mundial fue en Adelaida (Australia),
en Enero de 1996.
El Team Manager/entrenador fue Göran Haydl
(BAC), el Delegado Internacional Mario Grater y
los jugadores José Riveros (BAC), Sebastián Sanchez
Keenan (BAC), John Watson (CASI), Jorge Dario
(LAC) y Enrri Merli de nuestro club.
El Cuarto Mundial de Damas se desarrolló en,
Lemington Spa (Inglaterra), en 1996 y la
Team Manager fue otra vez María Laura
Gismondi. El Entrenador fue Enrri Merli y las Ju-
gadoras Celia Garbini(BAC) María Vazquez (BAC)
Susana Martinez (LAC) Mireille Hussey (LAC) y
Gladys Merli.
El Tercer ATLANTIC RIM se jugó en el pueblo
de Llandrindot (Gales), en 1997, con las siguien-Un partido de bochas en los rinks del club.

tes representantes: Team Manager/entrenadora
María Laura Gismondi (BAC) ayudante César
Gismondi (BAC); Jugadoras María Vazquez (BAC)
Graciela Edwards (BAC) Leonor Watson (CASI)
María Inés Canzani y Susana Cantarini».
Como dato interesante, y que dá cuenta de la
intensa actividad del club también en verano, ano-
tamos aquí los ganadores de las tradicionales ca-
rreras de natación que se disputaron en los meses
de Enero y Febrero del año 1997.
Estilo Primero Segundo Tercero
Crawl Varones de 8 a 9 años Agustín Arona Santiago Vázquez Germán Vargas
Pecho Varones de 8 a 9 años Agustín Arona Santiago Vázquez Germán Vargas
Crawl Niñas de 10 a 11 años Antonella Rossi Eugenia Delucchi
Crawl Varones de 10 a 11 años Francisco Vázquez Luciano Bedacarratz Alejandro Trigo
Pecho Varones de 10 a 11 años Nicolás Martins Alejandro Trigo Ignacio Arona
Crawl Varones de 12 a 13 años Matías Nacach Adrián Trigo Ramiro Martins
Pecho Varones de 12 a 13 años Matías Nacach Adrián Trigo Ramiro Martins
Crawl Mujeres de 14 a 15 años Lucía Lorenzo Geraldine Alvarez Ana Ottone
Pecho Mujeres de 14 a 15 años Lucía Lorenzo Agustina Delucchi Verónica Tarricone
Crawl Varones de 14 a 15 años Franco Donati Martín Ramirez Mariano Vázquez
Crawl Mujeres más de 25 años Gabriela Piccoli Cecilia Wiurnos Elizabeth Newman
Crawl varones más de 25 años Fabián Stornini Leonardo Piccoli Hernán Labal
Libre niñas de 4 a 6 años Martina Pérez Lucía Trigo Mariana Stornini
Libre niños de 4 a 6 años Pancho Pollet Nicky Vázquez
Pecho niñas de 6 y 7 años Florencia López Manuela Pérez Alejandra Galmés
Crawl niñas de 6 y 7 años Estefanía Rubinat Manuela Pérez Florencia López
Crawl niños de 6 y 7 años Agustín Arona Santiago Vázquez Jael Dorado García
Crawl niñas de 8 años Mercedes Stornini Mercedes Lebricón
Pecho niños de 8 años Agustín Arona Brian Marinoni Santiago Vázquez
Crawl niños de 9 y 10 años Lautaro Balfor F. Dilello Luciano Bedacarratz
Pecho niños de 9 y 10 años Francisco Dilello Lorenzo Lebricón Ignacio Arona
Crawl niñas de 9 y 10 años María Pérez Pilar Erupo Brenda Sarkissian
Crawl varones de 11 y 12 años Santiago Muzzupapa Adrián Trigo Ignacio Vázquez
Pecho mujeres de 11 y 12 años Agustina Delucchi Cecilia Irigoyen
Crawl varones de 13 y 14 años Martín Ramirez Rodrigo Dilonardi
Pecho varones de 13 y 14 años Juan Cruz Presa Ignacio Acedo Andrés de Nastchokine
Crawl varones mayores Lorenzo Lebricó Hernán Cabal
6-7 años Varones Libre Gabriel Contelli Nicolás Vázquez Miguel (Junior) Schifino
8-9 años Varones Crawl Agustín Arona Santiago Vázquez
8-9 años Varones Pecho Agustín Arona Santiago Vázquez
10-11 años Varones Crawl Francisco Di Lello Luciano Bedacarratz Alejandro Trigo
10-11 años Varones Pecho Alejandro Trigo Francisco Di Lello Luciano Bedacarratz
12-13 años Varones Crawl Francisco Vázquez Ignacio Vázquez Hernán Puente
14-15 años Varones Crawl Matías Nacach Fabricio Gambale Adrián Trigo
16-18 años Varones Crawl Mariano Vázquez Juan Manuel Puente Rafael Puente
Más de 19 años Varones Crawl Hernán Labal Gustavo Torres Lorenzo Lebricón
6-7 años Mujeres Libre Lucía Trigo Mariana Stornini Carolina Rubinat
8-9 años Mujeres Crawl Florencia López Verónica Galmés Tiffy Rubinat
8-9 años Mujeres Pecho Agustina Di Lello Paula González Agustina Piccolli
10-11 años Mujeres Crawl Mercedes Lebricón Mercedes Stornini Melisa Norry
12-14 años Mujeres Crawl Antonella Rossi Verónica Tarricone
12-14 años Mujeres Pecho Verónica Tarricone Antonella Rossi
Más de 19 años Mujeres Crawl Lizzie Newman Cecilie Lebricón Fabiana González
Más de 19 años Mujeres Pecho Cecilie Lebricón Cecilia Wiurnos Fabiana González
Pecho mujeres mayores Lizzie Rubinat Cecilia Lebricón Cecilia Aranda
Pecho varones de 13 y 14 años Juan Cruz Presa

La subcomisión de Pileta, que organizaba todas
las competencias, estaba formada por Teresita
García, Laura Thoroughgood y Everardo Soffritti.
Tenis
La subcomisión de Tenis en el año 1996 estaba for-
mada por Mario Quincio - Capitán General, Federi-
co Scarlato, Norma Ruiz, Susana Pupato e Hilda
Rago.

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