2. Sé lo que sentís… Lo sé… Porque yo también lo siento… Cada vez que contemplás esos ojos tristes… Esos ojos que esconden a veces toda una vida arrebatada por la fuerza…
3. Esos ojos que te dicen “llevame con vos” (y vos llorás de rabia, porque no podés, y tenés que hacer lo que hace la mayoría, seguir de largo)… Y quizá pasás la noche en vela pensando que alguna de aquellas almas no tiene la posibilidad de dormir en una cama como la tuya, recibiendo caricias…
4. Sé cuánto te duelen las jaulas… Sé cuánto te duelen esos autos que se detienen a arrojar un sueño…
5. Llorás en silencio, muchas veces incomprendida, luchando contra los prejuicios… A veces la ira te sobrepasa y decís palabras inconvenientes… Te sentís herida y herís… todo porque sabés que no podés cambiar toda la realidad, y a veces no te das cuenta que estás mejorando una parte de ella, y que si entre todas ponemos un granito de arena, podemos sanar al mundo y recuperar tantos sueños rotos de cuatro patas, o tres…, o dos…, que andan perdidos por la vida, luchando cada día por sobrevivir solitos e incomprendidos…
6. Vos sentís en tu propia piel el hambre que hace romper bolsas de basura… … y conocés el dolor de nunca ser acariciada por temor a la enfermedad…
7. Lo sé, porque yo también he llorado, me he peleado, he discutido, y he sentido que de nada valió el esfuerzo…
8. Por eso quiero decirte, que aunque el mundo no se detenga, vos seguí deteniéndote en cada esquina… POR ELLOS
11. Ellos te necesitan , necesitan, al igual que vos, ver y sentir salud, agua para saciar la sed, alimento cuando llega el hambre, y un poco de amor cuando arrasa la soledad…
12. Yo sé que quisieras tener mil brazos más, porque dos son pocos, para acunar a cada una de esas criaturas tan sumidas en el abandono. Levantar, acariciar, cuidar, aferrar, prometer una mejoría que no sabés si llegará. También sé que quisieras que un poco de su dolor y su tristeza te pasara a vos, para que recuperen un poco de la felicidad que les robaron. Sufrís cuando ellos sufren, llorás cuando ellos lloran, y morís cuando ellos mueren. No todos te entienden, y a veces sentís que le están poniendo tan sólo una curita a un mundo que te destrozan a cuchillazos y bombas.
13. Sé que odiás la injusticia, que te amargás, que cada e-mail que leés con esas noticias tan terribles te rebajan el alma hasta los pies… … y que todo lo que hacés te parece poco cuando leés y te enterás de ese tipo de cosas… … pero cuando cerrás los ojos con sinceridad y pensás en todos los seres a los que has salvado o ayudado, te das cuenta de cuánto le has dado a este mundo, y cuan fuerte es tu voluntad; y, por sobre todas las cosas, que la unión de todos los que sienten como vos este amor tan inmenso por los animales puede lograr muchísimas cosas, y que no hay que darse por vencidos.
14. Porque gracias a que vos rescataste un animalito de la calle, de un mal dueño o de una jaula, un alma tuvo la oportunidad de conocer la felicidad y no morir en el abandono y el maltrato. Porque gracias a que diste el grito de alarma, mandaste un mail, hiciste un llamado, o lo que hayas podido hacer en ese momento, algo cambió en el mundo.
15. Por eso te invito a recordar a todos aquellos a quienes salvaste o ayudaste. Todas las vidas que mejoraste. Cada cosa que hiciste, por pequeña que fuera. Porque para salvar al mundo, nada es poco, todo suma, todo tiene un valor incalculable.
16. Nunca te olvides de lo mucho que valés, de lo mucho que el mundo te necesita para mejorar.
17. Quiero que sepas que todas las vidas que hoy han mejorado gracias a vos se unirán algún día en el mismo arco iris, y te seguirán dando las gracias, y que aquellas que no pudiste mejorar, no porque no hayas querido sino porque no pudiste, también te abrazarán y agradecerán tu intención.