Un cangrejo pequeño disfrutaba jugando con sus amigos, pero su juego favorito era ser el rey usando la corona de la Reina. Cuando consiguió la corona se puso a mandar a los demás, haciendo que sus amigos dejaran de jugar con él. Al final, se dio cuenta que era mejor tener amigos que ser el rey, así que devolvió la corona y volvió a jugar con sus amigos.