1. Roberto es un hombre enamorado de la vida, enamorado de Misiones.
De la exuberancia del paisaje, de la fuerza de los colores.
Por unos años fue a vivir a Alemania, en donde se quedaron sus hijas y nietos a los que
visita con regularidad, aunque siempre elige volver al terruño. Con amasijo de
sentimientos, -alegría por llegar y tristeza por la partida- este suizo argentino conoce
de arraigos y desarraigos. Jubilado floricultor, sigue cuidando primorosamente las
orquídeas de su jardín. Y a veces, toca el violín.