8. CONCLUSIÓN Nosotros diríamos que éste tipo actuó por necesidad y estaríamos días y aun semanas discutiendo por qué tomó esa actitud, su estado emocional, si estaba bajo los efectos de alguna droga, su entorno familiar, antecedentes, etc. Una vez detenido, seguramente dispondría de un abogado para su defensa, quien encontrará un montón de atenuantes amparado en el garantismo de Zafaroni, Argibay y toda la politiquería junta. Pasará quizá pocos años preso pero con techo, comida y educación (estudiará derecho en la universidad de la madres de plaza de mayo), por supuesto pagado por los familiares del secuestrado y por todos nosotros. Seguro que cuando salga de la cárcel cometa el mismo delito u otro peor, ó también es posible que termine dando clase de derechos humanos junto con Schoklender. Está visto que lo japoneses administran la justicia de otra manera, su tiempo y el dinero público. ¡Qué interesante! ¿Tendremos que aprender de la sabiduría nipona? (Por eso están como están).