Las fotografías tomadas en el momento preciso capturan eventos inesperados en una fracción de segundo, desde una gota de agua cayendo en una superficie lisa hasta un animal saltando en el aire. Estas imágenes requieren de una combinación de buena suerte y habilidad para apretar el disparador de la cámara en el instante justo. Aunque breves, estas fotografías congelan momentos efímeros que de otra manera pasarían desapercibidos.