3. E n la sociedad en la que vivimos, el cuidar más nuestro aspecto es imprescindible, no ya sólo para
conseguir acercarnos a ese ideal de belleza, sino para sentirnos mejor con nosotros mismos. Sin
embargo, con el paso del tiempo, nuestra imagen se va deteriorando. Afortunadamente, hoy en día
contamos con multitud de técnicas cosméticas y tratamientos médicos que pueden mejorar el
envejecimiento sin necesidad de recurDe hecho, los porcentajes de personas que apuestan por los
procedimientos estéticos no quirúrgicos cada vez son mayores. La amplia oferta, tiene mucho que
ver en esto.
rir a la cirugía.
INYECCIONES DE JUVENTUD:
Combatir las arrugas es la principal preocupación estética de muchas personas, tanto hombres
como mujeres, que ven cómo el paso del tiempo hace mella en su aspecto. Pero luchar contra esto
no es algo imposible gracias a tratamientos como el Botox, una sustancia inyectada que consigue
estirar la piel y que en muy pocos años ha conseguido abrirse un gran hueco en el mercado de la
belleza.
Junto a éste, cabe resaltar también los rellenos faciales tridimensionales, una técnica que, según el
Instituto Médico Láser (IML), puede eliminar los surcos de las arrugas, otorgar una nueva proyección
al pómulo o aumentar el volumen de unos labios finos y poco definidos.
Por otro lado, la mesoterapia con ácido hialurónico, el componente de nuestra piel responsable de
la densidad de nuestros tejidos, utiliza esta sustancia para recrear un ambiente fisiológico óptimo
que pueda devolver a nuestro rostro esa juventud perdida. Este tratamiento es muy eficaz en el
acto, pero sus efectos son muy reducidos en el tiempo, por lo que se emplea sobre todo para
ocasiones especiales, explica la doctora Josefina Royo, directora del IML.
4. carabotox
DENTRO DE NUESTRA PROPIA PIEL:
En la investigación de los especialistas en medicina estética, se encuentra el objetivo de
crear técnicas cada vez menos invasivas y que respeten mejor el equilibrio natural de
nuestra piel. De los esfuerzos de los expertos han nacido tratamientos con resultados
espectaculares.
El primero de ellos es la bioestimulación cutánea, un procedimiento que aprovecha los
factores de crecimiento de nuestras propias plaquetas, comenta Royo. Para ello, se extrae
una pequeña cantidad de sangre y se vuelve a inyectar. Con esto se produce una
reactivación de las células que producen el colágeno, añade la experta.
Por último, cabe destacar la eficacia del Rejuveflex, un tratamiento desarrollado por el
propio IML y que está pensado para aquellas personas que no se quieren operar afirma la
doctora. Se realiza con agujas muy finas que permiten infiltraciones justo donde se
necesitan, pudiendo así atacar tanto a las arrugas más profundas como a las más
superficiales.
En definitva, el sector de la medicina estética cada vez avanza más para la comodidad de
un cliente que busca mejorar su aspecto sin que su físico se vea realmente modificado.