El Colegio de Ingenieros de Venezuela regula el ejercicio profesional de los ingenieros y vela por sus intereses. Se fundó en 1861 y ha tenido varias sedes a lo largo de su historia. En la actualidad cuenta con más de 120.000 miembros e impulsa el desarrollo del país a través de importantes obras de ingeniería. El Colegio busca garantizar la ética profesional de los ingenieros y su continuo mejoramiento a través de programas y asociaciones de apoyo.

1. Perez Alfonzo Winder Manuel C.I. 14958269
En nuestro país los ingenieros, arquitectos y profesionales a fin, al igual
que los médicos, abogados, periodistas, contadores y los demás profesionales
de la República Bolivariana de Venezuela cuenta con un organismo propio; El
Colegio de Ingenieros de Venezuela regula el ejercicio profesional de los
ingenieros venezolanos y vela y defiende los intereses generales de sus
agremiados y guardián de interés público, fomentan el progreso de la ciencia y
las técnicas, vigilan el ejercicio profesional y velan por los intereses generales
de las profesiones que agrupan, y en especial por la dignidad, los derechos y el
mejoramiento de sus miembros.
Su data remonta desde la independencia de nuestro país e incluye
grandes nombres, de nuestros principales próceres como los son Antonio José
de Sucre, el Gran Mariscal de Ayacucho. Luego se le sumo a este una gloria
venezolana como lo fue el matemático Juan Manuel Cajigal, siendo este el
primer presidente del Colegio y fundador de la célebre Academia de la cual
egresaron los primeros ingenieros del país; los cuales iban a reconstruir el país,
que había quedado bajo las ruinas prácticamente, a causa de la guerra
independentista.
En 1860 por decreto del Decreto del Presidente de la República Manuel
Felipe Tovar, se instala al año siguiente (1861) el Colegio de Ingeniero de
Venezuela adscrito al Ministerio de Guerra y Marina. Su principal funcional con
el cual se instalo era la de ser un órgano de consulta, netamente científico y
dependiente del estado y para estimular el fomento de las ciencia exactas y
naturales. En su comienzo conto con 61 integrantes y Luego con el transcurso
del tiempo se fueron incrementando el número del gremio; y que ya
actualmente, hasta la fecha el número de los agremiados superas los 120.000.
a partir del año 1881 el Colegio de Ingenieros de Venezuela fue adscrito al
Ministerio de Educación y así integrarse a las asociaciones civiles.
El Colegio de Ingenieros de Venezuela desde su instalación, su sede
siempre anduvo vagando de un lado al otro, por no poseer una edificación
propia para su funcionalidad. El Colegio de Ingenieros de Venezuela comenzó
a funcionar en la sede del Colegio Santa María, luego fue pasado a unos
salones de la sede de Cámara de Comercio y de allí fue trasladado a la casa
vieja de la Universidad Central de Venezuela. A partir del año 1940 gracias al
Ing. Enrique Jorge Aguerrevere que para su entonces era el ministro de obras
públicas, se inauguró en 1941 su propio Edificio en el Parque de Los Caobos y
ya con un millar de agremiados (ingeniero, arquitectos y profesionales afines)
para la fecha.
En 1922 se aprueba el primer proyecto de la Ley de Ejercicio de
Ingeniería, la cual faculta al colegio de Ingenieros de Venezuela formular
aranceles por de honorarios profesionales y velar por los más altos intereses

2. generales del gremio, que lo convierte en fiel celador de la ética profesional.
Desde aquí el punto de partida del crecimiento, consolidación y resguardo del
crédito profesional de los ingenieros, arquitectos y profesionales afines, y que
hoy en día se ve el fruto de dicho organismo ya que han ayudado al
crecimiento del país incorporando tecnologías para la construcciones de
grandes obras en las que tenemos grandes autopistas, viaductos, obras
hidráulicas de gran magnitud, ferrocarriles y edificaciones de altura
considerable.
El colegio de ingenieros de Venezuela cuenta con el apoyo de varias
fundaciones como los son: fundación Juan José Aguerrevere, SOITAVE,
CAGIGAL, FIMP, Sociedad Venezuela de Ingenieros de Petróleos FONPRES
y con una estructura administrativa que regula todas las actividades
programadas en beneficio de sus agremiados. y más de 250.000
profesionales.. Su crecimiento se debe a la capacidad que tiene adaptarse a la
realidad de una nación cambiante que con el pasar de los años se va
modernizando; poseen con una serie de programas de beneficios pensando
siempre en el mejoramiento profesional de sus agremiados; brindan seguro y
asistencia médica, además de asesoría vinculado con cada una de las carreras
a sus agremiados.
El Colegio de Ingenieros de Venezuela es un cuerpo moral de carácter
público y, como tal, tiene personalidad jurídica y patrimonio propio, con todos
los derechos, obligaciones, poderes y atribuciones que le señala la ley; El
desarrollo de nuestro país de ha dado mediante un trabajo en equipo y a una
organización , y el colegio de ingenieros de Venezuela es parte fundamental en
ese desarrollo, con la aplicación de la ciencia para transformar ideas hechas
realidad, y cada una de esta ideas es el resultado de expertos que se
encuentran en ese gremio.. .
Así como el colegio de ingenieros de Venezuela como vela y protege
a sus miembros, también todos sus miembros, incluyendo a los futuros
miembros (estudiantes), deben regirse por el código de ética y cumplir con los
deberes que allí se les exige. Un ingeniero no debe actuar para el soborno, el
fraude y la corrupción. Estos actos que son contrarios al ejercicio de su
profesión, pueden acarrear sanciones administrativas y penales por violación
de las leyes y reglamentaciones. De igual forma, se plantea que todo ingeniero
debe sostener el prestigio de la profesión y velar por su cabal ejercicio; así
mismo requiere mantener una conducta profesional basada en la capacidad, la
honradez y la justicia. Porque una de las cosas que debe conocer un ingeniero
son las normas que rigen el ejercicio profesional y los lineamientos éticos que
deben acompañar cada decisión tomada y además debe cumplir con diligencia
los compromisos que haya asumido y desempeñará con dedicación y lealtad
los trabajos que le asignen, evitando anteponer su interés personal en la
atención de los asuntos que se le encomienden.