2. He entrevistado a algunas de mis amigas y todas estuvieron de acuerdo en que lo más beneficioso a esta altura de nuestras vidas… es hacer ejercicio. Pero yo les aconsejo … mimarse. Sí, mimarse. Lean y verán. Doy algunos testimonios…
3. “ Mi abuela comenzó caminando 3 kilómetros x día cuando tenía 60 años. Ahora tiene 97… y no sabemos dónde está”.
4. “ El año pasado me inscribí en un gimnasio, por casi $400 x mes y todavía no he perdido ni un kilo. Aparentemente, además hay que asistir…”
5. “ Tengo que hacer ejercicio muy temprano por la mañana, antes de que mi cerebro se dé cuenta de lo que estoy haciendo.”
6. “ No hago ningún ejercicio. Si Dios hubiera querido que nos tocáramos la punta de los pies, los habría puesto más arriba…”
7. “ La ventaja de hacer ejercicio todos los días, es que te mueres en un excelente estado de salud.”
8. “ Me gustan las caminatas largas, especialmente cuando las hacen algunas personas que me molestan.”
9. “ Tengo los muslos flácidos, pero … afortunadamente los cubre el estómago.”
10. Finalmente, se ha documentado hasta el hartazgo que por cada kilómetro que trotas, añades un minuto a tu vida.
11. Esto te permite que, cuando cumplas los 85 años, tengas derecho a cinco meses de vida adicionales... en un geriátrico a $10.000 por mes y que seguramente no podrás pagar .
15. No volverse loca tratando de mantener la casa o el departamento como si estuviera por visitarte una delegación de la ONU…
16. No interferir más de la cuenta en las idioteces que hacen nuestros hijos y/o nietos, los criamos bien así que ahora que se las arreglen como lo hicimos nosotras…
17. Si tenemos achaques u otros problemas de salud, intentemos sobrellevarlos lo mejor posible sin obsesionarnos …
18. Tratar de no mirar noticiarios en especial a la hora de comer ...
19. No pretendamos cambiar el mundo, ya cambió por su cuenta y nosotras quedamos al margen, paciencia …
20. Es malo estar gorda, es malo estar flaca, es malo tener más de 45 años … ¿vale la pena hacerse mala sangre?
21. al demonio con todo y disfrutemos al mango de lo que tenemos. Para algunas de nosotras queda poco hilo en el carretel,
22. Aunque nos cueste reconocer a esa mina que nos mira cada mañana desde el espejo,