Este documento contiene consejos y reflexiones de un padre dirigidos a sus hijos sobre los límites de ser padres y las decisiones que los hijos deben tomar por sí mismos. El padre reconoce que puede enseñar mucho pero no vivir la vida de sus hijos, y les desea iluminación para tomar las decisiones correctas. Les expresa su amor y orgullo, y promete mejorar su propio comportamiento para que sus hijos se sientan orgullosos.
1. Tomo unas palabras de San Agustín, que se identifican con el mensaje que quiero recibas
en tu corazón, hijo mío y que obviamente, son extensivas a mi Adorada hija….
2. LOS LIMITES DE SER PADRES (DOLOR DE LOS
PASTORES)
Te di la vida, pero no puedo vivirla por ti.
Puedo enseñarte muchas cosas, pero no
puedo obligarte a aprender.
Puedo dirigirte, pero no
responsabilizarme por lo que haces.
Puedo instruirte en lo malo y lo bueno,
pero no puedo decidir por ti.
3. Puedo darte amor, pero no puedo obligarte a
aceptarlo.
Puedo enseñarte a compartir, pero no puedo
forzarte a hacerlo.
Puedo hablarte del respeto, pero no te puedo
exigir que seas respetuoso.
Puedo aconsejarte sobre las buenas
amistades, pero no puedo escogértelas.
Puedo educarte acerca del sexo, pero no
puedo mantenerte puro.
4. Puedo platicarte acerca de la vida, pero
no puedo edificarte una reputación.
Puedo decirte que el licor es
peligroso, pero no puedo decir no por ti.-
Puedo advertirte acerca de las
drogas, pero no puedo evitar que las
uses.
Puedo exhortarte a la necesidad de tener
metas altas, pero no puedo alcanzarlas
5. Puedo enseñarte acerca de la
bondad, pero no puedo obligarte a ser
bondadoso.
Puedo amonestarte en cuanto al
pecado, pero no puedo hacerte una
persona moral.
Puedo explicarte cómo vivir, pero no
puedo darte vida eterna.
6. Puedes estar seguro de que me esforzaré
hasta el máximo por darte lo mejor de mi..
porque te quiero!! pero lo que hagas de tu
vida, dependerá deTí.. aun cuando siempre
esté junto aTí, las decisiones las tomarásTu..
Solo le pido a laVida que te ilumine para que
tomes las correctas.
Si quieres conocer a una persona, no le
preguntes lo que piensa sino lo que
ama". »San Agustín»
7. Tanto tu como Juliana, son los ojos de mi rostro, pero tu te estas yendo y
contigo, una parte de mi alma… Esta experiencia te va a servir para
consolidarte como el gran hombres que eres… Encomiéndate a Dios en
cada día de tu vida que el nunca nos abandona a pesar de que en apariencia
no lo vemos, pero esta allí, justo donde debe estar… A él le pido perdón por
los errores que he cometido en mi vida y que en Cierta forma, fueron las
causas de esta soledad que estoy viviendo, pero alzo mi rostro y con la
fortaleza que el nos da, levanto mi mano derecha y a partir de hoy, prometo
Tener un comportamiento ejemplar, del cual se sentirán orgullosos mi seres
más queridos y primordiales.
Para mis Seres queridos, va esta promesa.
Jorge Enrique Montejo Hernández