1. GALVANOPLASTIA
LOS OBJETOS de hierro, acero o bronce pueden galvanizarse ahora con cobre
u otro metal por medio de soluciones de fluoboratos recientemente elaboradas.
Aunque éstas no son tan peligrosas como las que contienen cianuros, producen
efectos tóxicos, por lo cual deben ser manipuladas con cuidado. Vienen en forma
de líquidos concentrados, característica ésta que facilita la preparación del
electrólito. Mediante las soluciones de fluoboratos es posible despositar
cualquiera de los metales más comunes, tales como cobre, níquel, cadmio o
plomo, sobre el cuerpo que se desee galvanizar.
En la galvanización de objetos pequeños, cabe usar como voltámetro cajas
viejas de baterías o acumuladores, cacharros usados, etc., y este mismo tipo de
recipientes puede usarse asimismo para las soluciones ácidas utilizadas en la
eliminación de la herrumbre y las incrustaciones. También es posible construir
la célula electrolitica con planchas transparentes de acrílico, en la forma que
hace ver la figura de arriba. Corte la plancha con cuidado a fin de que las caras
resulten con bordes rectos. Para unirlas, sumerja las aristas en dicloruro de
etileno o pase por ellas un pincel mojado en ese líquido. Una luego por presión
las diversas caras. Para calafatear las juntas puede usarse un cemento que se
2. fabrica disolviendo trozos de plástico en dicloruro de etileno.
Como fuente de energía eléctrica se utiliza un acumulador. La corriente se
regula por medio de un reóstato. Se intercalan también en el circuito un
voltímetro (de 10 amperios de alcance) y un interruptor. En la figura 1 se
representa esquemáticamente el circuito de galvanización. Para sostener la
pieza que se va a galvanizar y los ánodos (éstos son dos planchas metálicas que
van conectadas al borne positivo del acumulador y que suministran el metal
para galvanizar) se emplean barras cilíndricas de cobre o latón como la que se
representa en el detalle superior izquierdo de la figura 1. Con algunas
soluciones será necesario asimismo utilizar un baño de María, figura 2, y
también se necesitará un termómetro para conocer la temperatura del
electrólito.
3. Las soluciones para galvanizar pueden mantenerse a temperatura constante
por medio de un baño de MaríaLa limpieza preliminar, que se hace con una
solución caliente, es muy importante para la galvanización
Preparación de la Superficie
El éxito de la galvanización depende en gran parte del estado de pulimento de
la superficie metálica. A menos que ésta esté cubierta de una gruesa capa de
grasa, se comienza su preparación frotándola con una solución caliente, que se
hace disolviendo en un ga1ón de agua media libra de carbonato de sodio (sosa
de lavar), o de fosfato trisódico,y 4 cucharadas de compuesto para lavar, figura
3. Después de esto, se enjuaga el objeto, primeramente en una solución de
jabón (o de detergente sintético) y luego en el chorro de un grifo de agua
caliente.Las capas gruesas de grasa han de quitarse con tetracloruro de
carbono antes del lavado descrito en las líneas anteriores. Debido a los Vapores
tóxicos que se desprenden, esta operación debe efectuarse el aire libre, figura
4.
Para quitar la herrumbre del hierro o acero, se emplea un baño químico, que se
hace agregando media pinta de ácido sulfúrico a medio galón de agua. Vierta
lentamente el ácido en el agua, y mezcle la solución. Prepare ésta en un
recipiente de loza de barro. Sumerja el objeto en el baño, figura 5, y déjelo allí
todo el tiempo que sea necesario para que se desprenda la herrumbre por
completo. Enjuáguelo luego cuidadosamente, primero con agua caliente y
después con fría, figura 9. Las soluciones ácidas corroen los metales y objetos
de porcelana, y destruyen las ropas y la piel. Use guantes de goma, y cuide que
4. el liquido no salpique.
Para eliminar la corrosión del latón y del cobre, se prepara una solución
especial mezclando una libra de ácido nítrico con un cuarto de ga1ón de agua,
añadiendo luego, en primer término, 1/4 de onza de ácido clorhídrico (o una
cucharadita de sal común) y luego, lentamente, 2 libras de ácido sulfúrico.
Prepare la mezcla en un recipiente de loza de barro, y déjela enfriar antes de
usarla. Utilice esta solución en un lugar donde haya buena ventilación. El latón
y el cobre se sumergen en la solución por sólo unos pocos segundos, hecho lo
cual se enjuagan inmediatamente en agua fría.
La grasa y suciedad se sacan con solventes incombustible, y al aire libre, debido
a los vapores tóxicosSi se desea que la pieza galvanizada tenga un acabado
brillante, por lo general será necesario pulirla. Cuando los objetos están
relativamente limpios, es posible pulirlos antes de limpiarlos; de no estar
limpios, habrá que efectuar primero la limpieza y después el pulimento. Para
esta operación se usan óxido de aluminio (No.80 para acabado grueso, y No.220
para acabado fino), trípoli, cal y rojo de pulir. Se comienza con el óxido de
aluminio, reservando los dos últimos abrasivos para mejorar el lustre (colorido).
Para obtener un lustre mediano, emplee la rueda bruñidora de algodón, y use
la rueda floja si desea un lustre más acabado. Mientras la rueda esté girando,
aplique sobre ella el compuesto de bruñir (en forma de lápiz), y trabaje el objeto
colocándolo bajo la rueda, figura 6, y moviéndolo continuamente a fin de no
desgastar irregularmente su superficie.
Con objeto de emplear en la última fase de la preparación del trabajo para la
galvanización, esto es, en la de limpieza eléctrica, se prepara en una lata o
5. balde grande un baño que contenga 4 onzas de fosfato trisódico y media taza de
detergente sintético. Hecho esto, conecte directamente el borne negativo de la
batería al recipiente que contiene el baño, figura 7, y cuelgue el objeto de una
barra soporte, aislada eléctricamente por medio de tacos de madera. Caliente la
solución hasta 80 grados centígrados, o más, y conecte luego el objeto al borne
positivo de la batería. Mueva el cursor del reóstato hasta que se produzca en el
líquido un burbujeo intenso. Después de uno o dos minutos, saque el objeto y
enjuáguelo con un chorro de agua caliente seguido de uno de agua fría. A partir
de este momento no ha de tocarse nunca el objeto con las manos, y tampoco
debe permitirse que se seque, Después de la limpieza eléctrica y del enjuague,
el agua debe quedar sobre la superficie del objeto formando una película
continua, figura 8. Si ésta se llegara acortar , será necesario repetir
nuevamente todas las fases del proceso de limpieza.
A veces, después de la limpieza eléctrica queda aún una película oscura sobre el
objeto. Si éste es de hierro o acero, puede suprimirse aquélla sumergiéndolo en
una solución de 6 onzas de ácido clorhídrico en medio galón de agua. Después
de esto, se galvaniza el objeto en seguida, sin dejarlo secar.
Cobreado
6. Los objetos de acero que se han de cobrear se tratan primeramente con una
solución, preparada como se indica en la figura 10, con objeto de recubrirlos de
antemano con una fina capa de cobre. Disuelva sulfato de cobre en medio galón
de agua, y añada a esta solución otra de oxalato de sodio, preparada
previamente con parte de la misma porción de agua. Revuelva el líquido
mientras agrega trietanolamina hasta que se disuelva la precipitación que se
había formado. Agregue luego agua hasta completar un galón.
Conecte el cuerpo al borne negativo de la batería como se ve en la figura 1, y
cuelgue sendas planchas de cobre de las barras de soporte para los ánodos.
Estas se conectan al borne positivo. Haga circular la corriente de 3 a 5 minutos,
manteniendo una tensión constante de 1,5 voltios. Enjuague luego
cuidadosamente el objeto para eliminar los restos de solución alcalina.
Terminada la limpieza eléctrica, que es la última, no debe tocarse más el
objeto, ni tampoco secarseCuando el cuerpo está limpio, el agua forma sobre su
superficie una película continua que no se rompe
El éxito del proceso depende de la buena a mala calidad del enjuague realizado
después de cada fase
El fluoborato de cobre viene en forma de solución concentrada, que contiene un
45 por ciento, en peso, de fluoborato. A fin de prepararla solución para
galvanizar, mezcle medio galón de la solución concentrada y medio galón de
agua destilada. Cuelgue ahora planchas de cobre puro de las barras de sostén
para los ánodos, las cuales van conectadas al borne positivo, según puede versé
en la figura 1. Vierta ahora la solución en el voltámetro. Se obtendrán mejores
resultados manteniendo la temperatura entre 26 y 32 grados centígrados, lo
que puede lograrse calentando aparte una cierta cantidad de la solución y
7. volviéndola a verter en el recipiente, o usando el baño de María representado
en la figura 2.
La solución cuya preparación se indica abajo se utiliza en el cobreado previo de
objetos de aceroUna vez cobreado el objeto, se lo niquelea utilizando una
solución que se prepara como se puede ver abajo.
Después se suspende el objeto que se ha de galvanizar, limpiado en la forma
indicada, de la barra central (este conjunto forma el cátodo). Graduando el
reóstato, mantenga la tensión entre 4 y 6 voltios, y observe la forma
ligeramente, si comprueba que la capa resulta de grano grueso o áspera. Otra
manera de regular el proceso de formación de la capa consiste en variar la
corriente con arreglo al área del objeto. Por cada 10 pulgadas cuadradas de la
8. superficie de éste corresponde una corriente de 1 amperio de intensidad. Así, si
se trata, por ejemplo, de una pequeña bandeja de 8 pulgadas de largo y de una
anchura media de 3 pulgadas, esto es, de 48 pulgadas cuadradas de superficie,
la corriente tendrá que ser de 5 amperios, aproximadamente. Con esa
intensidad, el proceso de galvanización durará 40 minutos. Si después va a
niquelar el objeto, sáquelo del electrólito y enjuáguelo cuidadosamente.
Colóquelo a continuación en la solución de níquel, sin tocarlo con las manos ni
dejarlo secar, pues, de lo contrario, será preciso laquearlo.
Niquelado
La solución para niquelar se prepara (ver figura 11) vertiendo fluoborato de
níquel en agua y agregando después carbonato de níquel, revolviendo
simultáneamente con una paleta de madera, para que se disuelva. Cuelgue
luego el objeto de la barra central (cátodo) y gradúe el reóstato hasta conseguir
que la tensión sea de 2 ó 3 voltios. Aumente o disminuya el voltaje según sea
necesario.
Cromado
La solución de cromo se prepara disolviendo ácido crómico (53 onzas) en una
cantidad de agua suficiente para que el volumen total resulte de un galón. Una
vez disuelto el ácido crómico, añada 8 centímetros cúbicos de ácido sulfúrico
concentrado. Tanto el ácido crómico como el sulfúrico son muy corrosivos.
Manipúlelos con sumo cuidado. Caliente la solución hasta 37 grados
centígrados. Use ánodos de acero común. Suspenda el objeto de la barra central
y cubra el conjunto con varias hojas de papel de diario antes de conectar el
circuito. Regule el reóstato para que la tensión sea de 4 voltios. Después de 10 ó
15 segundos. interrumpa la corriente y verifique si se está formando la película
de cromo; si así no fuera, regule la tensión hasta conseguirlo, manténgala
constante, lo mismo que la temperatura, a partir del comienzo de ese proceso.
Transcurridos de 3 a 5 minutos, retire el objeto. enjuáguelo, séquelo y púlalo
con la rueda bruñidora de algodón.
GALVANIZANDO CON CINC
objetos de aluminio, mediante un electrólito especial de ácido fluobórico, se
obtiene una superficie ideal para aplicar, con excelentes resultados, capas
adicionales de otros metales. Los electrólitos que se emplean comúnmente para
9. bañar metales no pueden usarse directamente con aluminio, pues tratándose
de un metal que tiene un alto grado de actividad química, el baño resulta
desigual y, en ciertas partes, no se adhiere debidamente. En cambio, si se
comienza por galvanizar dicho metal con cinc, empleando soluciones de ácido
fluobórico, es posible aplicar un baño galvanoplástico uniforme y durable con
cualquier otro de los electrólitos de uso ordinario. Las soluciones de ácido
fluobórico para galvanización electrolítica, cuyo empleo se describe en el
artículo
anterior de esta serie, dan excelentes resultados cuando se trata de dar un
baño de cinc a objetos de aluminio, pues su empleo elimina los riesgos que
existen en otros métodos de galvanización que utilizan electrólitos cianurados.
Sin embargo, debe tenerse en cuenta que los fluoboratos, al igual que muchas
otras substancias químicas, son tóxicas, y deben manipularse y usarse con el
debido cuidado. Lo mismo puede afirmarse con respecto aciertas substancias
químicas usadas en las fases que se llevan acabo antes de la galvanización.
10. El Bruñido del Aluminio
Debido a la película de óxido que se forma en cuanto se expone el aluminio a la
acción del aire, es de capital importancia la operación inicial que se efectúa con
este metal antes de someterlo al proceso de galvanización. Dicha particularidad
del aluminio exige que se hagan de antemano las preparaciones necesarias
para llevar a efecto las operaciones preliminares, y de este modo, evitar toda
demora innecesaria antes de la galvanización. Ya se trate de aluminio en
piezas fundidas o en láminas, es necesario pulirlo y bruñirlo hasta que alcance
el grado de lisura que se desea que tenga la capa galvanizada, puesto que ésta
no puede ser más uniforme que la superficie sobre la cual habrá de aplicarse.
11. El Desgrase del Aluminio
En cuanto se termina de bruñir el metal, debe procederse a desgrasarlo y
limpiarlo. El desgrase se puede efectuar sumergiendo el trabajo en un
disolvente tal como tetracloruro de carbono, Fig. 13. Este disolvente debe
usarse siempre en un lugar amplio y ventilado, por el hecho que despide
vapores tóxicos que constituyen un serio peligro cuando se usan en un lugar
cerrado, tal como un cuarto o un sótano. Hay que asegurarse que en esta
operación queda eliminado. todo vestigio de grasa, o los residuos que haya
dejado el compuesto de pulir que se utilizó. Los objetos fundidos algo
complicados, como en el caso del trébode que aparece en la ilustración,
requieren especial cuidado, puesto que es muy posible que el compuesto se
adhiera a las partes irregulares de la superficie, y permanezca ahí, aun
después de la inmersión. Lo mejor es, pues, restregar dichos puntos con un
cepillo de cerdas suaves.
Solución Alcalina
En cuanto se terminen las operaciones de desgrase, se procede a efectuar una
limpieza concienzuda con una so1ución alcalina que se prepara echando tres
onzas de fosfato trisódico y tres onzas de metasilicato de sodio en un galón de
agua. Esta solución debe calentarse a 77 grados C., y mantenerla a esa
temperatura mientras se efectúa la limpieza, Fig. 14. Es conveniente que el
trabajo permanezca de 3 a 5 minutos en la solución, y luego enjuagarlo en agua
corriente. Con esta solución se extraen los últimos vestigios de grasa, corno
también del compuesto pulidor., o cualquier suciedad que hubiese. Debe
tomarse en cuenta que también las soluciones alcalinas corroen ligeramente la
superficie del metal. La mejor forma de comprobar si se ha efectuado una
limpieza completa es examinar la superficie después de haber enjuagado el
objeto en el agua. Si el metal no está completamente limpio, la película de agua
se fragmenta, y aparecen ciertas partes secas, lo cual indica la presencia de
grasa, de residuos del compuesto o de cualquier otra substancia extraña. Si el
metal se halla químicamente puro, el agua debe formar una película continua,
sin lagunas. Si la película se fragmenta, es necesario volver a limpiar el
trabajo, comenzando por frotarlo con un cepillo dentro de una solución caliente,
en la cual se emplea un detergente con preferencia a un disolvente, y luego
repetir la limpieza con la solución alcalina.
Solución Acida
12. Después de la limpieza con la solución alcalina, viene la inmersión en una
solución ácida, Fig. 15, la cual se prepara mezclando dos pintas de ácido nítrico
y una de agua. Si es un objeto de aluminio fundido, sería mejor emplear una
solución hecha de tres partes de ácido nítrico y una de ácido fluorhídrico. Como
este ácido ataca el vidrio, la solución debe hacerse en un recipiente revestido de
cera, o en uno de plástico. Cualquiera que sea la solución que se emplee, la
inmersión debe efectuarse de 2 a 15 segundos. En cuanto se saca el objeto de la
solución hay que enjuagarlo en agua corriente.
Solución para Baño de Cinc
Después de sumergir el trabajo en la solución ácida, con lo cual se consigue
eliminar la película de óxido que normalmente se forma en la superficie de
aluminio, se procede a galvanizarlo con cinc, con lo cual se evita que continúe la
oxidación, y sirve de base para. el encobrado u otro baño que se aplique
después. El electrólito para galvanizar con cinc se prepara como en las Figs. 16
y 17. La solución consiste en 48 onzas de ácido fluobórico, 20 onzas de
carbonato de cinc, 2 onzas de cloruro de amonio y el agua requerida para que
haya un galón. Se disuelve el carbonato de cinc en el ácido fluorhídrico,
añadiendo el agua suficiente para disminuir la formación de espuma resultante
de la reacción que se produce. Luego, se añade el cloruro de amonio, Fig. 17, y
se echa la cantidad de agua necesaria para completar un galón. Debe filtrarse
esta solución.
13. En la Fig. 12 se muestra una disposición típica para galvanizar objetos
pequeños. Si no se cuenta con un recipiente adecuado para utilizarse como cuba
electrolítica, puede emplearse la caja de un acumulador inservible, teniendo
cuidado de limpiarla bien por dentro, antes de usarla. El electrólito para
galvanizar con cinc debe calentarse en baño dé María a unos 60 grados C.,
como se muestra en la Fig. 18. Se cuelgan hojas de cinc de las barras de soporte
que constituyen el ánodo, o sea el electrodo positivo, y se cuelga el trabajo con
un alambre de la barra de soporte central, conectada al borne negativo de la
batería. No se necesita un interruptor en el circuito, pues debe haber corriente
al poner el trabajo en el electrólito. Después de dos minutos de galvanización
con el reóstato regulado a una tensión de 1/2 voltio, se saca el trabajo, se
enjuaga bien en agua corriente y se pasa de inmediato a la siguiente operación
de galvanización. Debe tenerse en cuenta que el trabajo no debe tocarse ni
secarse. Aunque pueden usarse electrólitos cianurados al aplicarse cinc a
objetos de aluminio, las soluciones de ácido fluobórico. de las cuales se trata en
la primera parte de esta serie, son excelentes para encobrar y niquelar sobre
zinc. Para obtener un acabado de níquel, se podría proceder en la forma
siguiente: después de un ligero encobrado durante 5 minutos a 1 1/2 voltios, se
encobra 30 minutos a 4 v ., y se niquela 45 minutos a 2 v ., usando un
electr6lito de ácido fluobórico. Enjuague el trabajo cuidadosamente después de
cada galvanización, con el determinado fin de impedir la contaminación de las
soluciones. Para darle un brillo intenso, la superficie de níquel debe bruñirse
con compuesto a base de cal, ya continuación cromarse o laquearse.