Este documento describe la vida y carrera artística de Maruja Mallo, una pintora española. Incluye detalles sobre sus relaciones con otros artistas como Rafael Alberti, Salvador Dalí y Federico García Lorca. También menciona sus experiencias en París y su exilio posterior debido a la guerra civil española, donde recibió ayuda de Gabriela Mistral. Finalmente, hace referencia a su trabajo posterior en Buenos Aires y su relación con Andy Warhol.
1. Ronsel de artistas na vida de maruja mallo Así falou Penélope: "Existe a maxia e pode ser de todos. ¿A que tanto novelo e tanta historia? EU TAMÉN NAVEGAR." Xohana Torres
10. LA PRIMERA ASCENSION DE MARUJA MALLO AL SUBSUELO Tú, tú que bajas a las cloacas donde las flores más flores son ya unos tristes salivazos sin sueños y mueres por las alcantarillas que desembocan a las verbenas desiertas para resucitar al filo de una piedra mordida por un hongo estancado, dime por qué las lluvias pudren las horas y las maderas. Aclárame esta duda que tengo sobre los paisajes. Despiértame. Hace ya 100.000 siglos que pienso en que tú eres más tú cuando te acuerdas del barro y una teja aturdida se deshace contra tus pies para predecir otra muerte. El espanto que suben esos ojos deformados por las aguas que envenenan al ciervo fugitivo es la única razón que expone mi esqueleto para pulverizarse junto al tuyo. Una luz corrompida te ayudará a sentir los más bellos excrementos del mundo. Periódicos estampados de manos que perdieron su nitidez en el aceite desgarran hoy el viento y los charcos de grasa solicitan tus ojos desde los asfaltos reblandecidos. Aceras espolvoreadas de azufre aclaman por el alivio de una huella para que se agiten de envidia esos vidrios helados que se abandonan a los terrenos intransitables. Emplearé todo el resto de mi vida en contemplar el suelo seriamente ahora que ya nos importan cada vez menos las hadas, ahora que ya las luces más complacientes estrangulan de un golpe las primeras sonrisas de los niños y exaltan a puntapiés el arrullo de las palomas y abofetean el árbol que se cree imprescindible para el embellecimiento de un idilio o de una finca. Mira siempre hacia abajo. Nada se te ha perdido en el cielo. El último ruiseñor es el muelle mohoso de un sofá muerto. Desde los pantanos, ¿quién no te ve ascender sobre un fijo oleaje de escorias, contra un viso de tablones pelados y boñigas de toros, hacia un sueño fecal de golondrina? Rafael Alberti
11. Los ángeles muertos Buscad, buscadlos: en el insomnio de las cañerías olvidadas, en los cauces interrumpidos por el silencio de las basuras. No lejos de los charcos incapaces de guardar una nube, unos ojos perdidos, una sortija rota o una estrella pisoteada. Porque yo los he visto: en esos escombros momentáneos que aparecen en las neblinas. Porque yo los he tocado: en el destierro de un ladrillo difunto, venido a la nada desde una torre o un carro. Nunca más allá de las chimeneas que se derrumban ni de esas hojas tenaces gue se estampan en los zapatos. En todo esto. Mas en esas astillas vagabundas que se consumen sin fuego, en esas ausencias hundidas que sufren los muebles desvencijados, no a mucha distancia de los nombres y signos que se enfrían en las paredes. Buscad, buscadlos: debajo de la gota de cera que sepulta la palabra de un libro o la firma de uno de esos rincones de cartas que trae rodando el polvo. Cerca del casco perdido de una botella, de una suela extraviada en la nieve, de una navaja de afeitar abandonada al borde de un precipicio. Rafael AlbertiSobre los ángeles. España, 1927-28
19. Terraza da Casa das Flores.(Manuel Díez Crespo, Delia del Carril y Maruja Mallo. Sentados: José Caballero y Pablo Neruda). Fotografía de Mª Fernanda Carranza, Vdª de José Caballero)
23. Como el toro te sigo y te persigo y dejas mi deseo en una espada como el toro burlado, como el toro Soneto 23 Bajo su frente trágica y tremenda, un toro solo en la ribera llora olvidando que es toro y masculino Soneto 26 “El rayo que no cesa”