2.
Un estudio revelo que cada habitante
arroja, anualmente y en promedio, 2,5 kg
de residuos electrónicos cada año, lo que
da 100 mil toneladas al año (el 5% de la
producción china aproximadamente). La
cantidad es mucho menor que la de la
basura domiciliaria, pero la diferencia es
que tienen componentes cancerígenos; no
es lo mismo tirar una cáscara de manzana
que tirar un monitor.
3.
La basura
electrónica
genera el 70 %
de la
contaminación
de metales
pesados
(mercurio,
cadmio, plomo,
bromo, selenio,
etc.) en
basurales o
rellenos
sanitarios.
4. Un tubo fluorescente,
por su contenido en
mercurio y fósforo
puede contaminar 16.000 litros de agua.
Una batería de níquel cadmio de un
teléfono celular puede contaminar
50.000 litros de agua y afectar 10 metros
cúbicos de suelo.
5. Una plaqueta de un
celular o una computadora tiene mercurio,
bromo, cadmio, plomo
y selenio, entre otros
contaminantes peligrosos
según la ley argentina de
residuos peligrosos.
Toda heladera o aire acondicionado tiene
gases CFC que destruyen la capa de ozono,
tanto en el gas refrigerante como en el
poliuretano expandido.
6.
Un televisor puede contaminar 80.000
litros de agua por su contenido de
metales en las plaquetas, plomo en
vidrio y fósforo en la pantalla.