La Misión Electoral Especial no quedará bajo control de los partidos políticos, sino que deberá escuchar las opiniones de todos los partidos, incluidos el partido Verde y el nuevo partido de las FARC. Cualquier reforma electoral propuesta por la Misión debe ser aprobada por la Comisión de Implementación conjunta conformada por 3 miembros del gobierno y 3 de las FARC antes de ser enviada al Congreso bajo el proceso de Fast Track para evitar modificaciones.