3. Grito de Asencio
Pedro Viera y
Venancio Benavídez
proclaman su
rebeldía
ante el poder
colonial y expresan
su apoyo a la Junta
Revolucionaria de
Buenos Aires
4. PROCLAMA DE MERCEDES
A la empresa, compatriotas, que el triunfo es nuestro:
vencer o morir sea nuestra cifra, y tiemblen, tiemblen
esos tiranos de haber excitado vuestro enojo, sin advertir
que los americanos del Sur están dispuestos a defender
a su patria y a morir, antes con honor, que vivir con
ignominia en afrentoso cautiverio”.
José Artigas
5. BATALLA DE LAS PIEDRAS
La Batalla de Las Piedras
tuvo lugar a media tarde
del 18 de mayo de 1811. Las
fuerzas comandadas por
Artigas se enfrentaron a las
fuerzas imperiales de
España despachadas por el
gobernador de Montevideo
Francisco Javier de Elío, las
cuales se oponían a la
autoridad de la Junta de
Mayo de Buenos Aires.
6. PRIMER SITIO DE MONTEVIDEO
El triunfo de Las Piedras mostró a los orientales que eran capaces
de valerse por sí mismos, a la vez que aumentó la aureola de
prestigio de su jefe.
El Teniente Coronel don José Artigas es ascendido por la Junta a
Coronel y entre otros premios recibe de regalo una espada que ha
llegado a nuestros días, ligada a un hermoso episodio familiar.
Tres días después don José Artigas pone sitio a Montevideo. El
día 1º de junio de 1811 llega el Coronel Rondeau con el grueso del
ejército a reforzar al mismo.
Al instalarse el sitio de Montevideo la situación de la Plaza se
agravó. Cortados los abastecimientos por vía terrestre, pronto
aparecen las enfermedades propias de toda ciudad sitiada.
7. ASAMBLEA DE LA QUINTA DE LA
PARAGUAYA
Los datos que se tienen sobre las fechas y lugares de
las primeras asambleas orientales no son muy precisos,
pero todo permite suponer que esta asamblea se
realizó el 10 de octubre de 1811 en el cuartel general de
Rondeau, (ubicado en la quinta de “la Paraguaya”,
actual zona de Tres Cruces, en el departamento de
Montevideo).
En ella se nombró a Artigas como Jefe de los
Orientales.
8. EL ÉXODO DEL PUEBLO ORIENTAL
LA DERROTA LA REDOTA
"Redota“ llamaron los
paisanos a la situación en que
decidieron abandonar el sitio.
"Éxodo" fue el nombre dado
por el historiador Clemente
Fregeiro, por analogía con la
peregrinación bíblica a través
del desierto.