1. República Bolivariana de Venezuela
Ministerio del Poder Popular para la
Educación
U. E. Colegio Belén
Asignatura: Informática
Profesora: Judith Pérez
BIOLOGÍA
I LAPSO
LOS RECEPTORES SENSORIALES
•Castillo, Andrés
•Dávila, Génesis
2. Los receptores sensoriales
Nuestro cuerpo posee una serie de estructuras especializadas
en captar los estímulos, que provienen tanto del ambiente
que nos rodea como del interior de nuestro organismo. Los
estímulos pueden ser de tipo lumínico, sonoro, químico,
mecánico, eléctrico, término, etc.
Los receptores transforman el estímulo en una señal nerviosa,
la cual envían por el sistema nervioso periférico aferente a
los centros integradores del sistema nervioso central.
Los receptores, las vías nerviosas aferentes y los centros
integradores del sistema nervioso central forman los
sistemas sensoriales de nuestro organismo.
La información que llega a nuestro cuerpo desde el medio
externo es recibida por nuestros sentidos: vista, oído, gusto,
olfato y receptores de la piel. Los receptores específicos
reciben información en el interior de nuestro organismo.
3. Piel: órgano sensorial
La piel es un órgano que envuelve todo el
cuerpo del ser humano y representa el 16%
del peso corporal. En la piel se encuentra una
serie de receptores cutáneos que permiten
percibir un conjunto de sensaciones bastante
específicas, como son: el tacto, la presión, el
calor, el frio y el dolor.
4. Estructura de la piel
La estructura de la piel es
bastante sencilla, está
constituida esencialmente
por dos capas bien
diferenciadas:
La epidermis, que es la capa
mas superficial de la piel y
está formada, a su vez, por
cinco capas conocidas como
córnea, lúcida, granulosa,
espinosa y germinativa. En
esta última capa se
encuentran unas células
llamadas melanocitos, que
producen un pigmento
denominado melanina,
responsable de las distintas
tonalidades que puede
adquirir la piel.
5. Estructura de la piel
La dermis: es la capa
más profunda de la
piel, está constituida
por dos porciones: la
porción capilar, la cual
está en contacto con
la dermis; u la porción
reticular, ubicada en la
parte inferior de la
dermis. Por debajo de
la porción reticular, se
encuentra en una
zona llamada tejido
subcutáneo, que es
rico en grasa y vasos
sanguíneos.
6. Estructuras accesorias
Los pelos: Son estructuras que sobresalen de la piel por los poros de la
epidermis
Las uñas: Se forman a partir de las capas celulares internas de la epidermis
Las glándulas sudoríparas: producen el sudor, mediante el cual se excreta
principalmente el agua.
Las glándulas sebáceas: Localizadas en la base de los folículos pilosos,
producen sustancias grasas que permiten la lubricación de la piel y de los
pelos.
7. Los receptores de la piel
La sensación del tacto: es percibida por mecanorreceptores que permiten al ser humano apreciar la superficie de
los objetos. Los receptores cutáneos especializados en este tipo de sensación son los llamados corpúsculos de
Meissener.
La sensación de presión: es percibida también por mecanorreceptores. Permite al individuo detectar variaciones
de presión sobre la piel. Los receptores cutáneos responsables de este tipo de sensación son los corpúsculos de
Pacini.
La sensación de temperatura: es percibida por termorreceptores, que permiten al individuo captar variaciones de
temperatura, en comparación con un patrón interno. Los receptores involucrados en estas sensaciones son los
corpúsculos de Krause y los de Ruffini.
La sensación de dolor: es percibida por terminaciones nerviosas libres que constituyen los nociceptores; que
permiten al individuo detectar cuándo se ha producido una lesión severa en la piel u órganos internos.
8. Lengua: órgano del gusto
El sentido del gusto reside en la lengua, ya que allí se
encuentra una serie de quimiorreceptores que
permiten al ser humano distinguir el sabor de las
sustancias químicas procedentes de los alimentos. La
lengua es un órgano musculoso alojado dentro de la
boca.
Los receptores sensoriales para el sabor reciben el
nombre de botones gustativos, que son ovaladas y
contienen en su interior varias células receptoras del
gusto.
9. Las papilas de la lengua
Papilas caliciformes: reciben ese nombre porque su forma se asemeja a un
cáliz. Son las que poseen mayor tamaño. Se encargan de recibir estímulos
gustativos.
Papilas fungiformes: se denominan así porque poseen la forma de un
hongo. Se encuentran ubicadas en la punta y en las caras laterales de la
lengua. Reciben mayormente estímulos gustativos
Papilas filiformes: se denominan así por su forma puntiaguda. Se
distribuyen en toda la superficie de la lengua y se encuentran en mayor
número que las demás. Este tipo de papilas casi no tienen botones
gustativos, y reciben estímulos de tipo táctiles y térmicos.
10. Mecanismo del gusto
Para que una sustancia dada pueda producir la sensación de sabor, deben
cumplirse ciertas condiciones: en primer lugar, la sustancia debe ser salubre en
agua o en lípidos, para que se disuelva en la saliva y alcance así la membrana de
las células que forman los botones gustativos; en segundo lugar, después de
disolverse la sustancia química, ésta debe ser capaz de estimular las células
gustativas. Cubiertos estos resquicitos, se generan en las fibras nerviosas aferentes,
que en conjunto forman el nervio gustativo, impulsos nerviosos que van al tálamo y
a la corteza cerebral, donde la información es procesada y transformada en
sensaciones gustativas.
El ser humano es capaz de percibir cuatro sabores básicos: dulce, salado, amargo y
agrio. Cada uno de estos sabores es percibido en zonas específicas de la lengua:
en la parte posterior se perciben los sabores amargos; en los lados, los agrios; y en
la punta, los salados y dulces.
11. La nariz: órgano del olfato
El sentido del olfato reside en la nariz, ya que
allí se encuentran los quimiorreceptores que
responden a las sustancias químicas
presentes en el aire aspirado.
12. Los receptores del olfato o células olfatorias se localizan en el epitelio olfatorio, el cual está
situado hacia la parte superior y posterior de la cavidad nasal. Asociadas a las células olfatorias,
se encuentran otros tipos de células: las glandulares, las sustentaculares y las basales. Las
células glandulares secretan moco, que sirve para disolver las sustancias y percibir su aroma.
Las células basales y sustentaculares, por su parte, sirven de sostén a las células olfatorias.
Las células receptores del olfato son neuronas bipolares que se caracterizan por poseer
extremos bastante extendidos que se denominan bastones olfatorias. A partir de éstos, se
proyecta una serie de cilios que entran en contacto con el moco. Los axones de los casi 200
millones de células olfatorias se unen para formar en nervio olfatorio. Éste atraviesa unos
pequeñísimos poros del hueso etmoides y llega al bulbo olfatorio, situado bajo el lóbulo frontal
del cerebro. Desde allí, los axones de las interneuronas transmiten la información hacia la
corteza cerebral.
13. Mecanismo de la olfación
Para que una sustancia olorosa pueda producir la sensación de
olor debe, en primer lugar, poder volatirizarse y viajar por el aire y,
en segundo lugar, disolverse en la mucosa olfatoria. Cuando
respiramos, las sustancias químicas volátiles pasan al interior de la
cavidad nasal. Allí se ponen en contacto con la mucosa olfatoria, se
disuelven en la capa de moco y llegan a los receptores ubicados en
los cilios de la célula receptora olfatoria, donde se originarán
impulsos nerviosos. Estos viajan a través del nervio olfatorio a la
corteza cerebral, donde se transforman en sensación olorosa.
14. El ojo: receptor de la visión
El sentido de la vista, está representado por el ojo. Este aparato óptico permite aprovechar la
energía luminosa y transformarla en energía nerviosa originando un impulso nervioso, el cual, a
través de un conductor adecuado, el nervio óptico, llegará al cerebro que será el que en definitiva
interpretará el mensaje. En los seres humanos existe un pigmento sensible a la luz llamado
rodapsine o púrpura retiniana. La luz presenta ciertas propiedades que requieren la existencia de
mecanismos que la lleven hasta esta sustancia sensible. Así, el cristalino, el humor acuoso, el
humor vítreo, la coroides y otras estructuras aseguran al ojo como excelente aparato óptico. El ojo
como receptor de la luz, es un órgano que la capta, estimulando la retina. La luz pasa a través de
la córnea y del cristalino transparente, formándose una imagen más pequeña invertida y real en la
retina, membrana ubicada en la parte posterior del globo ocular. Este estímulo o mensaje es
llevado por el nervio óptico a la corteza cerebral, sitio en el cual se hace consciente la
interpretación del mensaje. El ojo está formado por distintas estructuras constituyéndose en un
órgano complejo especializado.
15. Membranas del ojo
La Esclerótica: es la capa externa, de color blanco, curvada, dura y opaca, que protege las porciones internas y
mantiene la rigidez necesaria al globo ocular. Por delante esta capa se transforma en la córnea, membrana
transparente que da paso a la luz.
La Coroides: es la segunda membrana del ojo, pigmentada de color oscuro, absorbe el exceso de luz evitando la
formación de imágenes borrosas. Rica en vasos sanguíneos, nutre y oxigena a las demás estructuras del ojo.
Esta membrana se continua por delante del "iris", anillo muscular de colores variados, que por su pigmentación le
da color a los ojos y en su parte central tiene una estructura llamada "pupila", que se contrae o dilata en presencia
de los rayos solares. Además, en la coroides se encuentra el "cuerpo ciliar", que comprende el músculo ciliar y los
procesos ciliares, los cuales tienen como función permitir la acomodación o enfoque en la imagen.
La Retina: es la capa más interna, rica en células nerviosas y
constituye la estructura fotosensitiva del ojo, presenta tres partes:
- El nervio óptico, que atraviesa la esclerótica y la coroides, en un
"punto ciego", denominado así por ser insensible a la luz; esto es
debido a que en este punto no termina ninguna fibra nerviosa.
- La mancha amarilla o fóvea, es un punto sensible a la luz y se
encuentra en la parte posterior de la retina.
- Las células fotorreceptoras que son los conos y bastones, así
designados por la forma que presenta la porción terminal de los
mismos, cónica en el primer caso y mazuda en el segundo. Los
conos se disponen en la zona central de la retina y son los
responsables de la visión en color mientras que los bastones son las
células fotorreceptoras, responsables de la visión blanco y negro y
actúan en condiciones de escasa iluminación; es decir, lo que ocurre
por la noche o al atardecer.
16. Medios transparentes:
Éstos permiten la entrada de los rayos luminosos y son: córnea, humor acuoso, cristalino y humor
vítreo.
La córnea: constituye una continuación de la esclerótica, se encuentra en la parte anterior del
ojo, es una membrana muy delgada y transparente, lo que permite el paso de la luz al interior
del ojo y tiene forma de lente convexo ligeramente abultado hacia afuera.
El humor acuoso: es un liquido transparente que ocupa la cámara anterior del ojo entre la
córnea y el cristalino.
El cristalino: es una lente biconvexa, transparente, situada detrás de la pupila, entre el humor
acuoso y el humor vítreo. Interviene en forma activa en el enfoque de los objetos por el ojo a
diferentes distancias, debido a su curvatura y los músculos ciliares que lo rodean.
El humor vítreo: material gelatinoso, claro, que ocupa el espacio entre el cristalino y la retina;
contribuye a mantener la forma del ojo y a sujetar la retina.
17. Partes anexas del ojo:
A modo de protección el globo ocular posee estructuras accesorias que son: los párpados, las cejas, las
pestañas y los lagrimales.
Los párpados: son los que cubren el ojo en su parte anterior e impiden su desecación.
Las cejas: abultamientos cutáneo-musculares cubierto de vellos ubicados por encima de los ojos y evitan
que lleguen hasta estos el sudor proveniente de la frente.
Las pestañas: conjunto de pelosidades que nacen de los bordes de los párpados y protegen a los
órganos oculares de la entrada de polvo y además protege "el aparato lagrimal", donde se producen las
lágrimas.
18. El oído: receptor de la audición
El sentido del oído nos permite percibir los sonidos, su volumen, tono,
timbre y la dirección de la cual provienen. Las vibraciones sonoras son
recibidas por el oído y esas sensaciones son transmitidas al cerebro. El
oído humano sólo está capacitado para oír un rango de ondas sonoras, ya
que no percibe las vibraciones menores a 20 veces por segundo ni
mayores a 20.000 veces por segundo. En el oído se encuentran también
terminales nerviosas que reciben información acerca de los movimientos
del cuerpo, ayudando a mantener el equilibrio del mismo. El oído está
formado por tres secciones diferentes: el oído externo, el oído medio y el
oído interno. Estas partes trabajan juntas, para que puedas oír y procesar
sonidos todo el día, cada día.
19. Partes del oído
El oído externo: capta la onda, recibe también el nombre de
pabellón de la oreja o aurícula y esta es la parte que se puede
ver. El oído externo recoge los sonidos. El sonido viaja en ondas
invisibles a través del aire y el oído externo los recoge. Después
de entrar, el sonido viaja hasta el conducto auditivo externo
antes de llegar al oído medio. La otra tarea del conducto auditivo
es proteger a las demás partes del oído fabricando cera. La cera
tiene unos componentes químicos especiales que combaten las
infecciones que podrían lesionar la piel dentro del conducto
auditivo. También atrapa partículas de suciedad para ayudar a
mantener el conducto auditivo limpio.
20. Partes del oído
El oído medio: recoge las ondas de sonido que recibe
del oído externo, convertirlas en vibraciones y
llevarlas hasta el oído interno. Esto lo hace usando el
tímpano (separa el oído externo del oído medio) y los
tres huesos más pequeños y delicados del cuerpo
llamados osículos. El tímpano es un trozo de piel
delgada adherida al primer osículo, un pequeño
hueso llamado martillo. El martillo está unido a otro
pequeño hueso llamado yunque. Y finalmente, el
yunque está unido al hueso más pequeño de todo el
cuerpo, el estribo. Cuando las ondas de sonido llegan
hasta el conducto auditivo externo y al tímpano, éste
empieza a vibrar. Las vibraciones pasan por los tres
pequeños huesos;el martillo, el yunque y el estribo.
Estos tres huesos transfieren estas vibraciones a la
parte más profunda del oído: el oído interno. El oído
medio está conectado a la parte posterior de la nariz
por un conducto estrecho llamado trompa de
Eustaquio. La trompa de Eustaquio y el oído medio
mantienen la misma presión del aire en ambos lados
del tímpano. Normalmente el conducto permanece
cerrado a menos que bosteces o tragues, y
probablemente hayas sentido cómo se abre la trompa
de Eustaquio si has viajado en avión o has subido a
una montaña. Cuando estás a una altura muy
elevada, como cuando vuelas, sientes como tus
oídos se "destapan". En realidad es la trompa de
Eustaquio que se abre para asegurarse de que la
presión del aire es la misma en ambos lados del
tímpano para que el tímpano pueda funcionar
adecuadamente y no sufra lesiones.
21. Partes del oído
El oído interno: Después de que las
ondas sonoras se conviertan en
vibraciones en el oído medio, entran en
el oído interno. Las vibraciones llegan a
la cóclea, un conducto pequeño y
enroscado en el oído interno. La cóclea
está llena de líquido y recubierta de
células con miles de pelitos en la
superficie. Estos pelitos no son como los
que tienes en la cabeza o en los brazos,
son más pequeños y sólo pueden verse
con un microscopio. Cuando las
vibraciones del sonido tocan el líquido
de la cóclea, el líquido empieza a vibrar.
Y cuando lo hace, esos pelitos se
mueven. Los pelitos convierten entonces
las vibraciones en señales nerviosas
para que el cerebro pueda comprender
el sonido. Una vez que las señales
nerviosas llegan al cerebro, éste puede
interpretarlas.